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El carisma de Rick Perry ha provocado un revuelo mediático sin precedentes desde el pasado 13 de agosto, cuando anunció oficialmente su ingreso a la contienda que escogerá al candidato republicano que enfrentará a Obama.

Coyuntura Internacional

El rival de Obama

Rick Perry, el carismático gobernador de Texas, podría convertirse en la más fuerte carta electoral republicana para las elecciones del año entrante. ¿Quién es este hombre que busca destronar a Obama?

28 de septiembre de 2011

Rick Perry parece predestinado a convertirse en el rival del presidente Barack Obama para las elecciones de noviembre de 2012. Su exitosa gestión como gobernador del estado de Texas desde enero de 2001 y su gran carisma lo están catapultado a los primeros lugares de preferencia entre los seguidores de su partido, el republicano.

Aunque solo el 13 de agosto entró en la carrera a las elecciones internas de su partido, en un mes puso a soñar a sus seguidores con la victoria. La fuerza con la que arrancó su candidatura tuvo tal repercusión en los medios que algunos lo compararon con el vaquero que llega a un pueblo del lejano oeste y atrae todas las miradas tras su impetuoso ingreso al bar. Pero al igual que el vaquero, se está convirtiendo en el centro de los ataques de sus rivales, los ocho precandidatos del partido republicano.

¿Qué tiene este curtido político?

Nacido el 4 de marzo de 1950 en Paint Creek, Texas, James Richard Perry está casado, tiene dos hijos, es cristiano metodista y su discurso conservador es fuerte, lo que le ha merecido el aplauso de los seguidores del Tea Party, el ala más radical del partido. Se opone al aborto, rechaza que el cambio climático sea consecuencia del uso desmedido de combustibles fósiles y es muy conocido por sus masivas jornadas de oración.

En diciembre de 2000 reemplazó a George W. Bush en la gobernación de Texas, cuando este fue elegido presidente de Estados Unidos, y completó dos mandatos en este cargo. Desde 2009, Texas es el estado responsable de la mitad de los nuevos puestos de trabajo creados en el país.

Pero sus detractores le enrostran varios pecados. Entre ellos, el de ser el político con más muertes a cuestas: como gobernador ha firmado 234 condenas a la pena de muerte, cifra que supera en 82 las firmadas por su antecesor, el ex presidente Bush.

Tampoco han caído bien sus posiciones ambiguas frente a áreas como la inmigración, el manejo del seguro social o el fiscal. Las mayores críticas le han caído por el tema de inmigración, pues aprobó una ley que otorga trato preferencial a estudiantes indocumentados en su estado.

Por este hecho recibió una ‘paliza’ en el debate del pasado 22 en Orlando. Sus contendores en el partido lo consideran ‘mano débil’ frente a la inmigración ilegal. Sin embargo, algunos analistas creen que este es el punto de partida para atraer a los votantes latinos que esperan mayor flexibilidad en el campo migratorio.

Otros le critican su falta de experiencia. Anna Szterenfeld, editora para América Latina de The Economist Intelligence Unit, sostiene que muchos demócratas “probablemente preferirían un opositor como Perry, con sus muchas debilidades, posiciones extremas y falta de experiencia, a un candidato como Romney, segunda vez candidato presidencial, más moderado y quien podría atraer votantes independientes”.

La incursión de Perry ha generado tal revuelo que incluso el magnate de la pornografía, Larry Flynt, ofreció un millón de dólares a quien tenga pruebas de un encuentro impropio con el gobernador, pues no cesan los rumores del pasado gay del precandidato.

Aunque la carrera por la presidencia está en una etapa muy incipiente, nadie duda que la controversia generada por Perry todavía dará mucho de qué hablar.