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El crowdfunding ha financiado desde álbumes musicales hasta estuas de Robocop en Detroit. | Foto: Archivo Semana

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Alternativa para financiar un negocio sin los bancos

Muchas veces el principal obstáculo para iniciar un nuevo negocio es la falta de capital. Ante ello, el Crowdfunding se empieza a consolidar como una alternativa de financiación. Con éste mecanismo se han beneficiado desde artistas hasta personas del común con proyectos descabellados.

20 de mayo de 2015

El Banco Mundial reconoció a Colombia sus avances en las facilidades para la hacer negocios. El país pasó del puesto 12 al cuatro entre las naciones con ingresos medios-altos y del 53 al 34 a nivel global.

Sin embargo, al medir qué tan fácil es iniciar un nuevo proyecto el balance para Colombia fue muy distinto. En el último año el país no tuvo avances en los indicadores que se tienen en cuenta, por lo cual retrocedió a nivel mundial. Pasó de estar en el puesto 79 en 2014 al 84 en 2015.

Uno de los principales obstáculos para la creación de nuevos negocios en el país es la falta de capital o financiación para su desarrollo. En ocasiones porque los bancos no asignan créditos y en otras porque el capital obtenido resulta insuficiente.

Pero esta resulta no ser una problemática exclusiva de Colombia. En países como Estados Unidos o España entre otros también sucede. Es por esto que el crowdfunding ha venido tomando fuerza a nivel global.

Este modelo de financiación (crowdfunding) consiste básicamente en pedir a otras personas los recursos necesarios para el desarrollo de un determinado proyecto, contrario a lo que se hace con los bancos, donde los interesados solicitan el mayor porcentaje de los recursos para el desarrollo de la iniciativa.

En este punto Internet se torna fundamental pues es la esencia del modelo. En la red existen plataformas como Kickstarter, donde los desarrolladores del proyecto lo exponen para que otros internautas hagan ya no un aporte millonario, sino un pequeño aporte a cambio de algo.

Uno de los casos más sonados es el de la cantante estadounidense Amanda Palmer, despedida por su disquera tras vender únicamente 25 mil copias de su último álbum. La artista decidió lanzar su siguiente disco de forma independiente y por medio de la plataforma les pidió a sus seguidores que la apoyaran. Palmer requería US$100.000 para su álbum, un par de semanas después hubo 25 mil interesados en respaldar su proyecto, éstos aportaron US$1.192.793. A cambio, lo único que pidieron fue una copia del álbum o, según la cantidad de dinero que habían puesto, de un ejemplar con la cubierta diseñada a mano por Palmer, una cena, o una fiesta con la presencia de la cantante.

Pero no hace falta ser famoso y tener un millón de seguidores en Twitter, como en el caso de Palmer, para conseguir la financiación requerida. En las distintas plataformas que se prestan para esto hay solicitudes para financiar tratamientos médicos, operaciones y hasta funerales. También las hay para conseguir el dinero que hace falta para terminar de construir un edificio en Manhattan o para microfinanciar la campaña de un partido político.

No hace falta tener una gran idea

El 73% de los proyectos artísticos que durante el año pasado recurrieron al micromecenazgo tuvieron éxito, lograron reunir la cantidad que pedían. Así como hay quienes piden para financiar estos proyectos hay otros que tienen idea de otro mundo y aun así han conseguido la financiación.

Es el caso de un ciudadano en Detroit, Estados Unidos, pidió al alcalde de la ciudad construir una estatua de Robocop dado que Filadelfia tiene una de Rocky. Ante la negativa del alcalde el hombre vendió su proyecto a través de Kickstarter y una semana después obtuvo US$67.436 a cambio de que sus financiadores fueran nombrados en la página web que reportaba los avances de la estatua y de una chapa electrónica, de ayudante destacado de Robocop, personalizada. Ahora este ciudadano busca un lugar en Detroit donde la Alcaldía le deje ubicar su estatua.

Menos de la mitad de los proyectos que buscan patrocinadores logran su objetivo; de los 22.252 publicados el año pasado por Kickstarter, solo el 15% obtuvo US$20.000 o más. La regulación en Estados Unidos sobre si se debe declarar o no el dinero proveniente de estos patrocinios ha desatado polémicas, sin embargo el crowdfunding sigue ganando adeptos y se consolida como una alternativa para iniciar un nuevo negocio.