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Críticas por prohibición a dosis mínimas de drogas

Opositores y analistas aseguraron que la prohibición de portar dosis mínimas de drogas aprobada la víspera por el Congreso derivó en mayores vacíos y confusión legal.

10 de diciembre de 2009

El congreso aprobó el miércoles por la noche, 60 votos a favor y 14 en contra, prohibir que una persona lleve "dosis mínimas" de drogas, tal como estaba permitido desde 1994, o de hasta 20 gramos de marihuana y uno de cocaína.

La medida, que surgió de un proyecto de ley presentado en marzo pasado por el gobierno del presidente Alvaro Uribe, sin embargo no contempla penas de cárcel para quien sea sorprendido con esas cantidades de marihuana o cocaína.

"Una prohibición que no tenga sanciones, eso no existe", dijo el senador Parmenio Cuéllar, del opositor partido Polo Democrático Alternativo y ex ministro de Justicia (1998-1999).

El congresista cuestionó qué sucederá cuando una persona sea detenida por la policía con un gramo de cocaína, por ejemplo. "Muy buena pregunta... como es prohibido (llevar la dosis mínima), se la quitan (la droga), pero no se le puede penalizar", agregó Cuéllar.

Coincidió el columnista y especialista en temas de narcotráfico, Jorge Orlando Melo, quien señaló que la medida generó "un vacío, una confusión" porque las normas actuales ya castigan al comerciante o traficante, pero ahora se prohibe el consumo de dosis mínimas, sin que se conozca la sanción.

El senador Héctor Helí Rojas, del opositor Partido Liberal, explicó que un adicto no irá a la cárcel "porque la norma prevé que para el adicto solamente se puede imponer, con su consentimiento, tratamiento pedagógicos y terapéuticos" pero destacó al contrario, si se trata de un distribuidor que está vendiendo la droga, si iría a la cárcel.

El tema está en quién determinará si se trata de un consumidor o un distribuidor.

La ley debe recibir la sanción presidencial y luego irá a estudio de la Corte Constitucional.

El gobierno de Uribe consideró que el permiso de llevar dosis mínimas de drogas permitió a los narcotraficantes promover el comercio y venta de estupefacientes dentro de las ciudades, echando mano de personas que transportan esas cantidades mínimas.

 

 

AP