Opinión Online

Los modelos obsoletos de negocio del siglo XX y las empresas familiares

Considero muy preocupantes las conclusiones del reciente estudio realizado por el equipo de investigación de la Corporación Universitaria de Salamanca (Barranquilla-Colombia), en relación al desempeño financiero de las empresas familiares, comparado con el de las no familiares en la industria de la imprenta y de la comunicación gráfica.

Invitado
8 de agosto de 2015

El estudio se realizó en un número importante de empresas del sector, en el que demuestran que no hay una diferencia significativa en los indicadores financieros tradicionales y si, una diferencia entre los márgenes de rentabilidad según el tamaño de la empresa; o más bien en su capacidad de adquirir nuevas tecnologías y saber implementarlas, contradiciendo esto un gran número de estudios que se han realizado en otros países, donde las empresas familiares exitosas son más rentables en porcentajes significativos, frente a las no familiares.

Esta tendencia se está acelerando en muchos sectores de la economía, en la que muchas empresas se están quedando rezagadas frente a sus competidores o inclusive ante un cambio en el entorno mundial. Anteriormente nos hemos enfrentado a diferentes estudios y desarrollos de novedosas estrategias, en las que no se logran contener esas nuevas realidades. En mi opinión, las preguntas que se están haciendo frente a esta situación no son las correctas, pues muchas apuntan a qué tipo de estrategia se debe implementar, y no más bien a si el modelo de negocio es el adecuado.

Recuerdo la siguiente frase del reconocido Jack Welch: “Si la velocidad de cambio del entorno exterior es mayor a la capacidad de cambio del entorno interior de las organizaciones, prontamente estaremos en graves problemas”.

Muchos hablan de innovación como tema de actualidad o la solución a los nuevos retos de nuestras sociedad, y pareciera que los modelos económicos tradicionales no responden a las necesidades presentes y futuras de la sociedad del siglo XXII; la verdad es que la innovación no es una moda, ha sido uno de los grandes factores para generar progreso y contribuir a la generación de bienestar colectivo en la sociedad, discriminando previamente qué tipo de innovación genera mayor bienestar y cuál no.

Esto queda claramente demostrado, cuando se estudian empresas familiares de más de 100, 200 o 500 e inclusive de más de 1000 años, donde la innovación ha sido y seguirá siendo, una constante en la sostenibilidad de las organizaciones.

Cabe preguntarse si el problema es de estrategia, de tamaño o esto es un distractor de las nueva realidades que no quieren ver los empresarios que tanto dinero han ganado en el pasado, recordando que las ganancias pasadas no son garantía de nuevas ganancias en el presente y menos en el futuro.

Los modelos de negocios que tradicionalmente han funcionado serán los adecuados para sostener el crecimiento y la continuidad de las empresas, o más bien, no estamos formados para plantearnos modelos de negocios innovadores que atiendan las características de los mercados de acuerdo a sus nuevas condiciones y a las nuevas formas que se están imponiendo a velocidades que antes no habían ocurrido; por lo cual considero, debemos poner aprueba los diferentes modelos y tal vez entonces entenderemos posiblemente cuáles han de ser las estrategias óptimas a implementar, partiendo de los modelos que tendría mejor viabilidad.

El mundo, aunque parece muy diferente al de hace unos 10 o 15 años atrás, aun da mucho margen en temas de innovación, y sobretodo, en muchos campos el tema de los modelos de negocios ha de ser uno de los elementos por excelencia donde mayor impacto se ha de conseguir un valor agregado para todos.