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Las cuentas del salario mínimo

Se iniciaron las discusiones entre trabajadores, empresarios y gobierno para determinar el ajuste que debe tener el salario mínimo en Colombia y que regirá a partir del 1 de enero de 2014. Opinión de Camilo Díaz Urrea.*

Invitado
2 de diciembre de 2013

El salario mínimo actual es de $589.500 más auxilio de transporte por valor de $70.500, en total un trabajador colombiano percibe $660.000 mensuales lo que equivale a US$342 correspondientes a una jornada máxima legal de 48 horas semanales, es decir que quienes ganan el salario mínimo en Colombia deben trabajar alrededor de 192 horas mensuales cada una pagada a $3.070 o US$$1,78. No obstante un trabajador recibe como pago total al mes solamente $612.840 y los $47.160 restantes corresponden a las deducciones por cotización a salud y pensión.

El ingreso de un trabajador que devenga el salario mínimo está destinado principalmente al pago de arriendo de su sitio de habitación, transporte, alimentación y educación de sus hijos. Una familia típica conformada por dos hijos de mamá y papá trabajadores que devengan el salario mínimo recibe mensualmente cerca de $1’225.680 sin embargo ese ingreso familiar parece no ser suficiente para llevar una vida digna, el pago de arriendo y servicios públicos no será inferior a los $600.000 mientras que el gasto en transporte sumará $163.200, los escasos $462.480 restantes deben ser distribuidos milimétricamente en alimentación y vestuario para cuatro personas y los gastos derivados de la educación de los hijos como uniformes, útiles escolares y “merienda”, aquí no se habla de pensiones escolares pues es evidente que las familias trabajadoras acuden al sistema de educación público que en Bogotá es gratuito hasta el grado once de bachillerato.

Las cuentas sobres los ingresos y gastos de quienes ganan el salario mínimo dejan ver que lejos de ser un ingreso adecuado para llevar una vida digna, apenas alcanza para garantizar la subsistencia con limitaciones y privaciones de esas familias, con ingresos tan reducidos es utópico pensar en ahorro mensual, en fondos para imprevistos y en recreación o turismo.

A su vez la adquisición de vivienda propia es una meta casi inalcanzable pues reunir los 14 millones de pesos necesarios para aplicar a los subsidios familiares de vivienda de entre 7 a 11 millones y entregar la cuota inicial de alrededor de 20 millones es una tarea titánica que requiere la combinación de disciplina, suerte, muchas horas extras trabajadas, el uso total de las cesantías – concebidas como seguro para el desempleo – y agotamiento total de la poca capacidad de endeudamiento que disponen los trabajadores de menores ingresos.

Más preocupante aun es el hecho que con un pequeño aporte mensual a pensiones de aproximadamente $93.000 probablemente quienes devenga el salario mínimo no podrán acumular suficiente dinero en su cuenta de ahorro individual para garantizar un ingreso similar al actual cuando llegue el momento de su jubilación, cuando esto ocurra el estado tendrá que asumir parte de esa brecha con altos costos para la hacienda pública a través del presupuesto general de la nación.

La cifra del salario mínimo de un trabajador en Colombia de US$342 contrasta con las exhibidas por nuestros socios de la Alianza Pacífico, en Chile el salario mínimo es de US$420 y 45 horas semanales, en Perú US$298 mientras en México solo llega a US$$144, aunque Colombia tiene el segundo mayor salario mínimo de este bloque comercial la informalidad es superior al 40% y el subempleo ronda cerca del 30% esto último sin tener en cuenta los trabajadores rurales que generalmente son compensados por debajo de la tarifa del salario mínimo con lo cual cerca del 20% de los trabajadores del país ganan menos de US$2 al día.

Otros factores que deben ser tenidos en cuenta dentro de la discusión es que de acuerdo al informe de salarios 2012 – 2013 de la Organización Internacional del Trabajo OIT durante el periodo de 2004 al 2011 la productividad laboral en Colombia aumento 2% en promedio mientras el crecimiento real de los salarios fue solo el 0.5%, el informe también señala que la tasa de participación es inferior pues mientras el producto ha crecido en promedio el 4% el empleo solo ha aumentado un 2,5%. Al contrario de lo que opinan varios analistas locales la OIT recomienda a sus miembros adoptar un salario mínimo como herramienta para reducir la pobreza teniendo en cuenta las necesidades de los trabajadores y sus familias, así como los niveles de productividad del trabajo.

Teniendo presente lo anterior los trabajadores deben dar la discusión y luchar para que el incremento salarial del año próximo este por encima de las expectativas de inflación de este año que rondan por debajo del 3%, y puedan lograr un aumento sustancial en sus ingresos que aunque incrementa los costos de laborales son compensados por una mayor demanda, la competitividad de los empresarios no es solamente un asunto de costos laborales es también tener acceso a un mercado de capitales amplio que les permita reducir sus costos de capital, infraestructura adecuada y por su puesto una demanda interna robusta.

El Gobierno y los empresarios deben tener en cuenta que cuando un trabajador logra percibir mayores ingresos por supuesto no lleva sus nuevos excedentes a comprar acciones o bonos en el mercado financiero, el nuevo ingreso disponible es utilizado para mejorar su calidad de vida y la de su familia o para consolidar la adquisición de su vivienda es decir un activo no de inversión sino más bien de estabilidad familiar y personal con lo cual un incremento por arriba de la inflación en los salarios en lugar de causar presiones inflacionarias logra apuntalar la demanda agregada incrementando el consumo privado de los hogares a la vez que mejora las condiciones de vida de los trabajadores.

* Coordinador Unidad de Análisis del Mercado Financiero UAMF. Faculta de Ciencias Económicas. Universidad Nacional de Colombia.