Andrés Cardona: un proyecto de vida dedicado a la lucha contra el cáncer

La lucha contra el cáncer es una de las batallas más desafiantes y complejas en el campo de la medicina. En Colombia, la detección anual de más de 80.000 nuevos casos y la lamentable pérdida de más de 40.000 vidas, según datos del Instituto Nacional de Cancerología (INC), subrayan la magnitud de este problema de salud pública.

El oncólogo Andrés Cardona, médico egresado de la Universidad del Rosario, con quien tuve la oportunidad de dialogar al respecto, ha consagrado su proyecto de vida a la investigación de esta enfermedad. Su interés por el tema surgió cuando cursaba sexto semestre de su formación académica de pregrado al vincularse a un departamento de oncología hospitalario. Hoy, es el director de investigación y educación del Centro de Tratamiento e Investigación sobre Cáncer Luis Carlos Sarmiento Angulo (CTIC).

El cáncer, explicado de manera pedagógica por el Dr. Cardona, es una enfermedad asociada al envejecimiento de nuestros genes. Con el tiempo, nuestras células acumulan mutaciones genéticas hasta que pierden su capacidad para repararse y morir de forma organizada. Esta falla conduce a la proliferación descontrolada de las células tumorales, que se vuelven prácticamente inmortales, y esto es lo que normalmente ocurre por el daño genético progresivo a lo largo del desarrollo de la enfermedad.

A pesar de los notables avances científicos, persisten numerosos mitos y temores en torno al cáncer. El Dr. Cardona resalta la importancia de brindar información correcta y accesible para educar a los pacientes, una tarea en la que las instituciones académicas y hospitalarias tienen un rol crucial.

A partir de su vasta experiencia, Andrés transmite un mensaje sincero a sus pacientes: el cáncer, con todas sus dificultades, ofrece lecciones valiosas sobre la vida y la muerte. Permite reconocer que la vida es efímera, que nacemos para morir y que esto puede suceder en cualquier momento. “Lo que hace la enfermedad es que te pone de cara a la muerte permanentemente”, me dice. Además, enseña a valorar cada momento, pues adquiere un significado especial no solo para el individuo, sino también para sus familiares y seres queridos.

Desmitificando los temores asociados a tratamientos oncológicos como la radioterapia, la quimioterapia y la cirugía, el Dr. Cardona destaca que estos han evolucionado notablemente en los últimos años. Me explica que, gracias a proyectos como Genoma Humano y Genoma Tumoral, ahora comprendemos mejor la genética del cáncer. Esto ha permitido desarrollar tratamientos más precisos y menos dañinos, abriendo la posibilidad de curar incluso etapas avanzadas del cáncer.

Si bien, como lo expone el Dr. Cardona, el progreso en el tratamiento del cáncer ha sido muy importante, se aproxima un gran desafío que él mismo advierte. La Organización Mundial de la Salud anticipa un aumento del 40 % en los casos de cáncer en el mundo para el año 2040 y prevé que el 70 % de estos ocurrirá en países con ingresos medios y bajos como el nuestro. Esto se debe en buena parte al envejecimiento acelerado de la población, ya que la incidencia del cáncer aumenta con la edad.

De ahí la urgencia de formar investigadores especializados en cáncer para abordar las preguntas y necesidades específicas de nuestro país en este campo. Así mismo, el Dr. Cardona resalta la necesidad de contar con más personal médico especializado en el área, no solo oncólogos, sino también enfermeras, terapistas y otros profesionales dedicados exclusivamente al tratamiento de esta enfermedad.

Destaca también que es esencial que la educación en oncología se integre en los currículos académicos, no solo para formar a futuros oncólogos, sino para fomentar una comprensión más profunda de la enfermedad entre todos los estudiantes. “Creo que es importante que la academia comprenda que el cáncer tiene que hacer parte de los currículums, que es algo que no se vive en la actualidad en la gran mayoría de las universidades”.

Al compartir su experiencia y conocimientos, Andrés inspira a las nuevas generaciones de médicos y científicos a continuar explorando, investigando y desafiando los límites de la medicina para mejorar la vida de los pacientes afectados por esta enfermedad. Su mensaje es contundente: la educación y la investigación son esenciales para avanzar en la comprensión y el tratamiento del cáncer, y cada paso que damos en este camino es un paso hacia un futuro más esperanzador.