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Para el grupo de estrategias en monedas del HSBC la tasa de cambio cerrará el año en $1.780. “No tenemos contemplado que en algún momento del 2011 alcance los $1.700”. | Foto: María Antonia Pardo

Finanzas Personales

¿A invertir en dólares?

La tasa representativa del mercado está en el mismo nivel de hace seis años. ¿Esta caída del dólar representa una buena oportunidad de inversión en la moneda extranjera? Hablan expertos.

María Antonia Pardo
12 de enero de 2007

El mercado cambiario abrió este año con una tasa representativa (TRM) de $2,238,79 por dólar. A primero de enero de 2001, el precio de la moneda estadounidense era similar al actual: $2.229,18 por dólar. Así que la situación es bastante atípica en este país donde Raymundo y todo el mundo estaba acostumbrado a que el peso colombiano se devaluara año tras año inexorablemente.

Pero el libreto cambió hace cuatro años. El dólar viene en picada desde 2003, año en que la TRM estuvo cercana a $3.000 por dólar. Y aunque en dicho período los vaticinios de los analistas apuntaban a que ‘este año el peso sí se devalúa’, lo cierto es que ello no sucedió, con excepción de algunos meses de ‘corrección’ temporal como la de mediados de 2006.

Haciendo cuentas esto quiere decir una sola cosa. Todo aquel que compró dólares por el bajonazo de la tasa de cambio o mantuvo sus ahorros en dólares, fiel a la tendencia histórica del peso frente al dólar, es decir, esperando que tarde o temprano la TRM repuntara, han perdido plata. Para que sepa el monto de la pérdida, ahí va un ejemplo.

Si usted compró US$10.000 en enero de 1997 tuvo que invertir $10’000.000 aproximadamente porque la TRM del momento era de más o menos $1.000 por dólar. Esos US$10.000, guardados bajo el colchón sin ganar intereses, le habrán reportado una rentabilidad de $1.858,46 por dólar seis años más tarde (la TRM a 1° de enero de 2003 era de $2.864,79 por dólar). Sus $10.000.000, gracias al diferencial de tasa de cambio, se convirtieron entre 1997 y 2003 en $28’647.900. Ganó entonces más de 18 millones de pesos gracias a que la moneda local sufrió en esos años una devaluación promedio anual cercana a 48%. Ahora, si hubiera tenido los mismos US$10.000 en una cuenta de ahorros en dólares o en un CDT en dólares, la rentabilidad, gracias a los intereses que pagan dichos productos, habría sido superior.

Esa misma inversión, gracias a la caída del tipo de cambio a partir de 2003, dejó de ser tan rentable. Entre 1° de enero de 2003 y 1° de enero de 2007, por cada dólar ahorrado perdió $626, es decir, su ganancia tuvo una variación negativa de $6’260.000. Resumiendo, su inversión de $10’000.000 se habrá convertido al cabo de diez años en $22’387.900, 6 millones de pesos menos que los que tenía cuatro años antes.

Según la asesora en planeación financiera de Skandia Colombia, Gloria Arévalo Salazar, son muchos los ahorradores que han visto mermadas sus ganancias por mantener sus ahorros en dólares y no trasladarlos a otro tipo de inversión más rentable como el euro. Y todo porque el sentido común de unos y otros apuntaba en la misma dirección, la apreciación futura del dólar. Por ello Salazar no les recomienda a los ahorradores invertir en estos momentos en la moneda estadounidense: “lo mejor es invertir en fondos con portafolios bien diversificados que garanticen una rentabilidad superior a la de los CDT’s, con una buena cobertura del riesgo”.

Para este año las expectativas alrededor de la devaluación del peso son cautas, pues aunque los analistas del mercado siguen creyendo que en 2007 la tendencia sí se revertirá y el dólar comenzará a apreciarse luego de tantos meses de continuo debilitamiento frente al peso, la devaluación esperada por ellos, los expertos, tan sólo está entre el 2% y el 4% anual. Es decir, que en términos reales, el peso continuará revaluado y bastante alejado de la tasa de cambio de 2003 pues para acercarse a ese precio tendría que presentarse una devaluación durante este año cercana al 130%.

En términos cambiarios el panorama no está nada claro y ello es comprensible en un mercado que se mueve al vaivén de las expectativas. En efecto, cuando el PIB de un país presenta buenas perspectivas de crecimiento y estabilidad en sus indicadores macro, suele atraer capitales extranjeros, lo que representa nada más y nada menos que más dólares entrando a la economía y por ende, fortalecimiento de la moneda local. En el caso contrario, es decir, cuando la economía de un país manda señales de inestabilidad, los capitales extranjeros no llegan y los que ya están, se van, de suerte tal que la moneda local pierde valor.

La revaluación del peso colombiano parece responder al primer caso. Tal teoría estaría respaldada por el crecimiento económico de los últimos años, acompañado de tasas de inflación bajas. El Gobierno espera que el PIB del país crezca durante 2007 a una tasa cercana al 5% y que la inflación se siga manteniendo por debajo de esa cifra. Si esas proyecciones se cumplen, lo más probable es que Colombia siga siendo un país emergente atractivo para invertir y lleguen más capitales extranjeros a inundar la economía nacional. Así que el dólar podría bajar aún más durante este año como lo vienen temiendo los exportadores colombianos.

Los cafeteros, por ejemplo, ya le encontraron salida a las ‘malas jugadas’ de la tasa de cambio (en los últimos 3 años dejaron de percibir $1 billón por la revaluación) y se están protegiendo con contratos a futuro peso/dólar en la bolsa de Nueva York mediante los cuales esperan reducir la exposición cambiaria. Para los productores del grano, y así lo expresaron en el último Congreso Nacional de Cafeteros, “la revaluación representa la más seria amenaza para la sostenibilidad de la caficultura colombiana y en general del sector exportador”.

Sin embargo y como toda proyección tiene algún ‘pero’, puede ocurrir todo lo contrario: que el peso se debilite. Y es que las proyecciones no deben obviar la situación política del país, tanto interna como externa, pues esos ‘ruidos’ generados por la para-política y la vecindad con Chávez y compañía, también podrían afectar la estabilidad económica del país. Ojo: puede que Colombia vea y siga viendo a Ecuador como el vecino pobre que ‘nos tiene que aguantar todo’, pero no sucede igual con Venezuela. Ese país bolivariano y declarado por su Presidente en los últimos días como socialista, es el segundo socio comercial del país, luego de Estados Unidos. Así que no sólo es el vecino petrolero, sino que además es el vecino que más compra productos made in Colombia.

 

Por los lados de Estados Unidos la situación tampoco está despejada. Si la economía de ese país se sigue desacelerando y la demanda de los hogares y de la industria se reduce drásticamente, los socios comerciales de Norteamérica sufrirán las consecuencias. Colombia, que viene basando su buen desempeño económico en sus exportaciones, se vería afectada sin lugar a dudas. Es más, la reacción de los inversionistas internacionales, como ocurre siempre que hay indicios de recesión de la mayor economía del mundo, es migrar de mercados emergentes y llevar su dinero a zonas más seguras. Todo indica entonces que la tendencia del dólar en Colombia, si se fortalece o no frente al peso, depende más  de lo que ocurra a nivel externo con sus principales socios, que lo que ocurra en el país a nivel interno.


Así que volviendo al tema que por estos días le está rondando en la cabeza a todo aquel que tenga un exceso de liquidez y ganas de invertir en ‘algo’ rentable durante este año: ¿llegó o no la hora de invertir en dólares?

 

Julián Cárdenas, analista de la firma Corredores Asociados, cree que no es buen momento para invertir en esa moneda. “El panorama de Europa sigue siendo más favorable. La economía de ese continente está creciendo y todo indica que lo seguirá haciendo. Ante las presiones inflacionarias generadas por el crecimiento, las tasas de interés subirán en el Viejo Continente y ello generará un atractivo adicional para invertir en activos financieros en euros. Por ahora, la rentabilidad del dólar seguirá siendo baja”.


Por su parte, Andrés Restrepo Montoya, Gerente de Investigaciones Económicas de Corficolombiana, considera que el peso ya no tiene mucho espacio para seguir apreciándose. Restrepo aconseja por ello comprar dólares baratos en el segundo trimestre de 2007, pues aunque considera que el dólar seguirá debilitándose durante el primer trimestre de este año gracias a los dólares que entrarán por la venta de empresas colombianas negociadas el año pasado, le apunta a una subida del tipo de cambio durante el trimestre siguiente. Corficolombiana prevé un repunte de la TRM cercano al 8% anual.

 

Corredores Asociados no es tan optimista, para dicha firma la devaluación del peso este año será de 2% por lo cual sus analistas consideran que la tasa de cambio no recuperará mucho del terreno que viene cediendo desde hace cuatro años. “Finales de los noventa fue una época crítica para los países emergentes como Colombia porque no tenían ahorro. Pero la situación actual es diferente. En términos generales, el país ha realizado reformas económicas importantes y, gracias al buen comportamiento del mercado, ha ahorrado lo suficiente como para que no se den grandes fluctuaciones de la tasa de cambio en un futuro cercano”, afirmó Cárdenas.