Roberto Borrás, presidente del Autorregulador del Mercado de Valores.

Bolsa

El fantasma de la comisionista Stanford resucita

Ahora, por cuenta de una investigación del Autorregulador del Mercado de Valores en contra una de sus corredoras de bolsa por conductas irregulares en 2011.

8 de noviembre de 2012

Julie Vivian Duque Rubio aceptó que utilizó indebidamente los recursos de propiedad de cinco de sus clientes cuando trabajaba como corredora de bolsa en Stanford comisionista, en beneficio de otros clientes a su cargo.

Según las investigaciones del Autorregulador del Mercado de Valores, Duque Rubio realizó sin autorización 12 traslados de recursos de las cuentas de sus clientes a las cuentas de otros diez también asignados a ella.

Los traslados no autorizados se ejecutaron entre el 11 de enero de 2008 y el 13 de marzo de 2009 y ascendieron a $64.609.501.

Estos recursos fueron utilizados por la investigada para cumplir obligaciones por cuenta de los clientes beneficiados -diez en total-, tales como cubrimiento de operaciones repo, pagos de acciones de Ecopetrol en emisión primaria, e incluso, en algunas ocasiones, para restituir recursos que ya había trasladado a otros clientes.

Dice el AMV que el procedimiento utilizado por la corredora para obtener la autorización del Área de Operaciones de Stanford para el traslado de los recursos fue enviar un e-mails desde su cuenta de correo institucional, en los cuales señalaba haber recibido órdenes de los clientes, mencionando la extensión telefónica y hora en que dichas instrucciones presuntamente habían sido recibidas.

Pero una vez revisadas las conversaciones telefónicas de las extensiones mencionadas en sus correos electrónicos, AMV evidenció que dichas comunicaciones telefónicas no existieron.

Adicionalmente, Duque Rubio entregaba a sus clientes información inexacta sobre el monto que algunos de ellos tenían en su cuenta.

Luego de una primera investigación, la comisionista entregó la suma traslada para que le fueran entregada a los clientes perjudicados.

Sin embargo por no haber hecho la separación patrimonial entre los activos de los clientes, ni cumplir con la obligación de darles exclusivamente el uso autorizado por ellos fue sancionada.

Sanciones

Debido a que la funcionaria no tiene antecedentes disciplinarios y no se evidenció un beneficio o utilidad indebida para sí misma, el AMV la suspendió por tres años.

En ese tiempo no podrá realizar, directa o indirectamente, intermediación en el mercado de valores, ni actividades relacionadas, ni actuar como persona vinculada a un miembro de AMV.