Ángela Merkel, Presidenta de Alemania. | Foto: EFE.

Finanzas Internacionales

¿Quién tuvo la culpa, Alemania o Grecia?

A veces las historias que se hacen populares son más fáciles de contar pero no por ello son la verdad absoluta. ¿Quiénes ganaron y quiénes perdieron con el rescate a Grecia?

20 de abril de 2015

La narrativa sobre la crisis de Grecia describe cómo dicho país se endeudó más de lo que podía pagar y cómo su población tenía un ritmo de vida que no podía sostener, dada su menor productividad, frente al resto de países de la Eurozona. Esa misma narrativa sirve para explicar que por cuenta de la irresponsabilidad financiera de Grecia, los contribuyentes europeos, y en menor medida de otros países, han terminado rescatando a través de sus gobiernos y bancos centrales a Grecia y a su población de un seguro colapso económico y social. La moneda de cambio para aprobar el rescate ha sido un severo ajuste económico basado en mucha austeridad. La irresponsabilidad de Grecia, no podía corregirse asumiendo el resto de Europa el problema y sin consecuencias para el país y sus ciudadanos.

Un giro en la narrativa de ganadores y perdedores

En la medida que el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea aportan los recursos del rescate de Grecia, este país atendía el pago de su deuda. Los pagos se hacían a la banca internacional, especialmente bancos de Alemania, Francia y Reino Unido e incluso de Estados Unidos, por lo que una nueva narrativa señala que los grandes beneficiarios del rescate habrían sido los contribuyentes alemanes, franceses, ingleses y en menor medida, los americanos.

En caso de haberse dado un cese de pagos de Grecia, los contribuyentes en dichos países habrían tenido que aceptar que sus gobiernos, con recursos públicos, entrarán a rescatar a las entidades financieras que originalmente le prestaron Grecia. Es decir, ayudar a los bancos que de forma riesgosa se expusieron sin considerar la capacidad de pago del país heleno.

Esta narrativa ha vuelto a reconsiderarse con el rechazo a continuar con la exigente austeridad impuesta por Europa a Grecia, del actual Ministro de Finanzas del país heleno.

El caso Alemán

En el momento de mayor crispación durante la crisis, tras la quiebra de Lehman Brothers en 2008, la banca alemana tenía una exposición a Grecia, Irlanda, Portugal, España e Italia por un valor de €704 mil millones. El mencionado monto, de créditos e inversiones en bonos de dichos países, superaba la suma del patrimonio de los bancos alemanes. Por lo que un impago de Grecia, en el peor momento en la estabilidad financiera de Europa, hubiese significado un efecto contagio para el resto de la periferia europea, pudiendo llegar a significar la insolvencia de la banca alemana.

Es difícil determinar cuánto se beneficiaron por tanto los alemanes con el rescate de Grecia al evitarse colosales pérdidas de su banca, pero a juicio de Yanis Varoufakis, en las relaciones entre países de la Eurozona, tanto Grecia como otros países que pertenecen a ella, creen que el discurso de ganadores y perdedores por el rescate debe sincerarse y cambiar de narrativa, sólo así podrán alcanzar una negociación que lleve a una conclusión exitosa de las negociaciones actuales. En Estados Unidos esa reflexión ha encontrado eco y ha sido recibida con simpatía.