Déficit comercial de EE.UU. cae en octubre a US$32.900 millones

El déficit comercial de Estados Unidos se contrajo inesperadamente en octubre al dispararse las exportaciones a su mejor nivel en casi un año.

10 de diciembre de 2009

El crecimiento de las exportaciones, acompañadas por la debilidad del dólar, seguramente incrementará la demanda durante los próximos meses de los productos manufacturados en Estados Unidos.

El Departamento de Comercio anunció el jueves que el déficit bajó a US$32.900 millones en octubre, un 7,6% menos que los US$35.700 millones de septiembre. Los economistas habían pronosticado un aumento del déficit a US$36.800 millones.

La mejora refleja un aumento del 2,5% en las exportaciones, especialmente de productos agrícolas, automóviles, aviones comerciales y maquinaria industrial. Las importaciones crecieron un 0,4%, una expansión contenida por una considerable reducción en las importaciones de petróleo.

El déficit comercial con China aumentó un 2,5% a US$22.700 millones, el mayor nivel en casi un año, pese a que las exportaciones estadounidenses a China marcaron otro récord alcista.

En un viaje a China efectuado el mes pasado, el presidente Barack Obama presionó a los dirigentes comunistas a que revaluaran el yuan frente al dólar. Los fabricantes estadounidenses sostienen que los chinos manipulan su divisa para obtener ventajas comerciales injustas. Un yuan débil encarece los productos estadounidenses en China y abarata las mercancías chinas a los consumidores estadounidenses.

En los primeros nueve meses del año, el déficit comercial estadounidense crece a un ritmo anual de 364.800 millones de dólares, la mitad de los US$695.900 millones del 2008, consecuencia de la recesión que ha mermado la demanda de productos extranjeros y nacionales.

A medida que la economía se recupera, el déficit comercial estadounidense aumentará seguramente en el 2010. Empero, los fabricantes estadounidenses se verán beneficiados con el aumento de la demanda de sus productos en los mercados de ultramar, junto con la continuada baja del dólar que abarataría los productos estadounidenses en el extranjero y los haría más competitivos.



(AP)