Después de todo, fueron los bancos descritos como “demasiado grandes para quebrar” los que propiciaron la actual crisis mundial, poniendo a economías enteras –como la de Islandia– al borde del abismo.

Internacional

¿Adiós a la banca universal?

Tras la quiebra de Lehman Brothers se ha intensificado el clamor por que las actividades de los bancos comerciales y de negocios sean separadas claramente. Pero, ¿es esa la panacea contra futuras crisis financieras?

Alianza DW
9 de agosto de 2012

Hasta ahora, el arduo cabildeo de las instituciones bancarias ha evitado que los Estados separen las actividades de los bancos comerciales –que fomentan la producción de las empresas y el consumo de los ciudadanos– y las de los bancos de inversión –dados a la especulación financiera– como respuesta a la crisis global. ¿Con qué argumentos se sigue defendiendo a la banca universal? ¿Qué razones dan quienes quieren ponerle fin? ¿Es la separación de estos dos tipos de bancos la panacea contra futuras crisis?

Georg Fahrenschon, presidente de la Federación Alemana de Cajas de Ahorro, está a favor de conservar el viejo sistema de los bancos universales, aquellos que negocian con divisas y títulos de valores, y al mismo tiempo reciben dinero de personas naturales y ofrecen créditos al empresariado. “Yo no soy amigo de políticas sin matices que propongan desintegrar los bancos y separar las actividades de sus departamentos“, dice Fahrenschon.

“En los últimos tres años hemos notado lo importante que es tener bancos capaces de asesorar a los empresarios medianos a la hora de asegurar sus ganancias”, agrega Fahrenschon. Aunque el historiador económico Hans-Joachim Voth, de la Universidad Pompeu Fabre de Barcelona, España, no cree que desvincular a los bancos comerciales y a los de inversión hubiera podido evitar la crisis financiera que estalló en 2008, tras la quiebra de Lehman Brothers, sí está convencido de que la separación de sus respectivas actividades es necesaria para moderar el tamaño de estas instituciones.

Demasiado grandes para quebrar
Después de todo, fueron los bancos descritos como “demasiado grandes para quebrar” los que propiciaron la actual crisis mundial, poniendo a economías enteras –como la de Islandia– al borde del abismo. “Nosotros no extrañaríamos ninguna de las funciones económicas que los bancos de inversión cumplen gracias a sus dimensiones”, asegura Voth, desestimando la máxima según la cual sin tamaño no hay crecimiento económico y criticando duramente la falta de voluntad política para desarticular los bancos universales.

“Como el sistema bancario luce tan complejo, nadie se arriesga a cometer un error y todos prefieren dejar las cosas como están”, acota Voth. El jefe del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), Sigmar Gabriel, se ha pronunciado a favor de la separación de los bancos comerciales y de inversión; una medida que fue aplicada con éxito en Estados Unidos en 1933, cuatro años después del crash en la Bolsa de Nueva York.

En 1934, se creó además una instancia para controlar el negocio con los títulos de valor.