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Burger King fue vendida en septiembre de 2012 al fondo de capital privado 3G Capital.

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Millonaria multa por fraude ‘a costillas’ de Burger King

Un ex banquero brasileño fue condenado a pagar US$5,1 millones porque usó información privilegiada para favorecerse con acciones de la gigante estadounidense.

30 de noviembre de 2012

La Securities and Exchange Commission (SEC) de Estados Unidos condenó al ex banquero brasileño Igor Cornelsen por su papel en un complot para comerciar ilegalmente acciones de la gigante de hamburguesas Burger King.

La SEC alega que Igor Cornelsen a través de su firma Bainbridge Group cosechó ganancias ilícitas por más de US$1,68 millones tras comerciar con acciones de Burger King basado en información confidencial sobre la venta a una firma de capital privado en Nueva York, anunciada en septiembre de 2010.

Burger King fue vendida en septiembre de 2012 al fondo de capital privado 3G Capital por más de 3.000 millones de euros.

Cornelsen reside en las Bahamas y tiene una lujosa casa en el sur de la Florida, después de haber ocupado altos cargos en varios bancos en Brasil antes de su retiro.

“Él buscó información privilegiada de su corredor Waldyr Da Silva Prado enviándole e-mails con asuntos como: “¿Qué pasará con el negocio?” Y Prado tomó información de uno de los involucrados en el acuerdo de Burger King.

La SEC previamente condenó a un ciudadano brasileño que trabajaba en la oficina de Miami de Wells Fargo, una compañía diversificada de servicios financieros, porque Recibió comisiones a cambio de entregar información privilegiada sobre el negocio.

Igor Cornelsen acordó pagar más de US$5,1 millones para resolver las acusaciones de la SEC, en tanto que el acuerdo está sujeto a la aprobación del tribunal.

Las pruebas

Según la demanda presentada por la entidad estadounidense en el tribunal federal de Manhattan, el 17 de mayo de 2010, Cornelsen recibió de su amigo Prado un e-mail en inglés que decía algo así como “Igor, si puede, llámeme al hotel ... tengo algo de información ... tiene que escuchar esto”.

Igor Cornelsen llamó a Waldyr Da Silva Prado a su hotel sostuvieron una conversación de 10 minutos. En la mañana de ese mismo día, Prado le había dicho a un amigo que tenía conocimiento de la inminente oferta de Burger King.

Después de hablar con Prado, Cornelsen comenzó a negociar opciones de compra de Burger King, a pesar de que nunca había operado con valores de esta empresa y de que al principio obtuvo pérdidas, porque no se había materializado el acuerdo.

En agosto, Cornelsen le envió correos a su amigo pidiendo garantías de que “el acuerdo iba a suceder”, y Prado respondió con frases como: “Sí, va a pasar” y “Todo está 100% bajo control”.

La SEC señaló que después del anuncio público acerca del acuerdo de Burger King, Cornelsen pidió por correo electrónico información a Prado sobre el precio de adquisición. Al conocer el nuevo precio por acción que le produciría millonarias ganancias ilegales, Cornelsen devolvió el correo diciendo: “¡Qué día!”