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Carlos Raúl Yepes, presidente Grupo Bancolombia. | Foto: Cortesía.

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Los empresarios están dispuestos a contratar desmovilizados

En un sondeo realizado por Dinero a los presidentes de algunas de las compañías más representativas del país y de diferentes sectores, la mayoría afirmó que vincularía laboralmente a personas desmovilizadas o víctimas del conflicto en Colombia.

9 de septiembre de 2014

La discusión y el reto van más allá de si se logra o no un acuerdo de paz con la guerrilla de las Farc. El gran interrogante es lo que viene después, -el llamado posconflicto-, y uno de los puntos más críticos es lo que va a pasar con las personas desmovilizadas una vez se reintegren a la sociedad.

Aunque está claro que esto será una responsabilidad compartida entre el gobierno, los ciudadanos, los ex combatientes y el sector privado, ¿cuál es la posición de los empresarios frente a la posibilidad de vincular laboralmente en sus compañías a quienes desempuñen las armas? La mayoría de líderes empresariales manifestaron su apoyo a la finalización del conflicto armado y su compromiso con la reintegración de los desmovilizados.

“Por supuesto que sí estamos dispuestos a contratar desmovilizados o víctimas del conflicto. Somos unos convencidos de que el proceso de Reconciliación, en el que queremos incursionar, tiene necesariamente que pasar por la reinserción y la reintegración. Ningún ciudadano colombiano puede ser ajeno, desde la actividad que desarrolle, a no considerar un proceso tan trascendental para la vida del país”, afirmó Carlos Raúl Yepes Jiménez, presidente del Grupo Bancolombia.

Para el directivo, el sector empresarial deberá tener una agenda explícita y formal para aportar al nuevo modelo de sociedad que, entre todos, debe construirse. “En ese modelo de sociedad que escojamos todos vamos a ser reinsertados, pero para lograrlo debemos asumir el perdón, dar lugar a la convivencia y al surgimiento de un nuevo país, aportando no solamente recursos económicos, sino ideas y acciones concretas que acompañen el cierre de brechas de inequidad e injusticia social”, aseguró Yepes.

Por su parte, el presidente de Avianca, Fabio Villegas, señaló que “no hay ninguna prevención para contratar a personas desmovilizadas”; y aclaró que “lo que habría que mirar en su momento es que dadas las características de la aerolínea y sus requerimientos en materia laboral, se ajuntes a los perfiles y a las condiciones que exigen los cargos dentro de la compañía”.

Según el directivo, aunque la contratación es un tema primordial, el aporte de los empresarios va más allá de generar o no empleo y “es un tema de actitud, reconocimiento, apertura, de abrir espacios, no solo dentro de la empresa, sino espacios mentales hacia esa nueva realidad que desde luego transformaría al país”.

Por último, Villegas agregó que, en el ámbito personal, es un gran optimista frente al proceso de paz “creo que eso va a cambiar el perfil social de los colombianos y va a tener un impacto económico, desde el punto de vista del empleo”.

Otra es la percepción que tiene el presidente de Fedegan, José Félix Lafaurie, quien afirma que el tema del posconflicto hay que revisarlo en todas sus dimensiones. “Si la pregunta fuera qué hay que hacer o cómo estaría preparado el campo para cuando se incorporen los guerrilleros a la vida civil, yo creo que el país no está preparado ni siquiera para hacer un desarrollo rural sostenido”, indicó.

Igualmente, recalcó que hay mucho desconocimiento de las dinámicas sociales del sector rural. “La paz pasa por el campo y si este no tiene niveles de desarrollo sostenidos y sostenibles, incluso ambientalmente, la paz va a ser una quimera”, puntualizó.

Del dicho al hecho
La Siderúrgica de Occidente, Sidoc, da un ejemplo de que sí es posible que las empresas contraten desmovilizados. Su presidente, Maurice Armitage, quien ha vivido en carne propia el conflicto colombiano, pues fue secuestrado dos veces (2005 y 2008), tiene claro que hay que apostarle a la reconciliación.

Aunque fue una víctima, perdonó y no solo eso, además le abrió las puertas de su compañía a 10 desmovilizados que se desempeñan en trabajos operativos y próximamente vinculará a otras 20 personas.

“Hay que darles la oportunidad. Hay que reinsertarlos a la sociedad. No hay manera de que no sea así y tenemos que impulsar esto mucho más ad portas de la firma de la paz”, concluye Armitage.