El éxito del comercio exterior de esta y de cualquier nación depende mucho de las relaciones internacionales, lo que se maneja a través de las embajadas que el país tiene en distintos lugares del mundo.
Comercio exterior. | Foto: Juan Carlos Sierra

COMERCIO EXTERIOR

¿Cómo está la balanza comercial del país y qué se espera para el 2023?

La volatilidad de la tasa de cambio a jugado un papel importante en las exportaciones e importaciones del país.

30 de diciembre de 2022

El comercio exterior en Colombia ha venido registrando un comportamiento importante en el 2022, a pesar de las coyunturas que enmarcaron la economía nacional e internacional a lo largo de esta anualidad, donde un aspecto importante que jugó dentro de esta dinámica fue el comportamiento que registró el dólar y que tuvo impactos, tanto en las ventas como en las compras internacionales.

Esto se evidencia en los índices de términos de intercambio, los cuales, han mostrado un repunte destacado a lo largo del año, aunque han empezado a perder fuerza hacia el segundo semestre. En lo relacionado con el precio de las exportaciones se observa un mayor empuje, si se compara con las importaciones; pues al cierre de octubre se ubicaba en 56 puntos porcentuales por encima de prepandemia. Mientas que las importaciones, estás se aceleraron en 28 puntos porcentuales.

Advierte la entidad financiera, que en lo que respecta a las ventas externas del país, “se ha dado una pérdida de impulso”, si se compara con los meses anteriores, es decir, junio y julio; donde el crecimiento fue de más de 80 puntos porcentuales. En esos dos meses se alcanzó el mejor desempeño de las exportaciones en lo que va de 2022, con registros mensuales por encima de 5.500 millones de dólares; mientras que en agosto, septiembre y octubre han perdido fuerza, situándose por debajo de 5000 millones de dólares.

Esto último por la corrección que se ha visto en los precios de las materias primas, principalmente el carbón y petróleo, que concentran cerca de un 53% de las exportaciones totales. En el caso del crudo, el precio promedio más alto en lo que va del año se alcanzó justamente entre mayo y julio con cotizaciones por encima de 100 dólares por barril, en tanto, que moderó en agosto y septiembre a niveles de 96 dólares y 88 dólares respectivamente.

Ahora bien, en lo que respecta a las compras internacionales realizadas por el país, en octubre sumaron los 6,127 millones de dólares. El resultado implicó un crecimiento de casi 5.5% anual, explicado por las manufacturas que representaron casi tres cuartas partes del total. Debido a esto, el déficit de la balanza comercial del país se situó en 1,475 millones de dólares.

“En todo caso, se mantuvo por encima de la barrera de los mil millones de dólares, por tercer mes consecutivo y por séptima ocasión en el año”, advierte el informe.

Y ¿qué se prevé para el cierre del año con respecto al comercio exterior del país y qué podría darse en el 2023? Luego del análisis realizado al comportamiento de las ventas y compras internacionales, el área de investigación económica del Banco de Bogotá considera que más allá de la presión que se ha dado en las últimas semanas en el mercado cambiario, las importaciones mantienen un nivel alto de cara a la información del último trimestre, que de a conocer el Dane.

Sin embargo, el efecto de base estadística ya comienza a jugar en contra, lo que lleva a una moderación en las tasas de crecimiento. Para noviembre, la proyección inicial apunta a un nivel de compras del exterior de $5,950 millones de dólares, ubicándose por debajo de la barrera de los $6,000 millones de dólares. Con este resultado, las importaciones caerían alrededor del 9.0% anual.

Mientras que las exportaciones, se situarían por el orden de los $4,700 millones de dólares, manteniéndose un 19% por encima de lo que va del año. En medio de esto, el déficit comercial volvería a ubicarse por debajo de la barrera de los mil millones de dólares, con una cifra cercana a 850 millones de dólares. Mientras que, para las primeras semanas de diciembre, la información muestra una contracción de las importaciones, con un retroceso de casi un 10% anual.

“Si bien el dato aún es preliminar, esta tendencia se podría acentuar en los próximos meses, reaccionando a la devaluación y a la desaceleración económica”, concluye el informe.