Gustavo Petro | Foto: Darío Pelaez

Infraestructura

A Gustavo Petro no le interesan las autopistas urbanas

En el Congreso de Infraestructura, el Alcalde electo de Bogotá, aseguró que las autopistas urbanas no van acorde con el cambio climático, ni sirven para descongestionar la ciudad, sino que han sido planedas para urbanizar y favorecer interéses inmobiliarios.

17 de noviembre de 2011

Gustavo Petro, indicó en Cartagena  que no le interesa el proyecto de las autopistas urbanas, que financiará el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF). Aseguró que este tipo de proyectos en el borde de la ciudad hay que reevaluarlos completamente porque no son importantes para la capital.

“Lo que nosotros hemos propuesto son vías que ayuden a descongestionar a Bogotá, que implican trazados diferentes, así contemplen peajes como lo hacen las concesiones para construir (...) Pensar en obras que no se idearon para la realidad del cambio climático es perder el dinero y exponer a la gente y a la ciudad a riesgos”, afirmó .

Petro aseguró que uno de los temas fundamentales de sus cuatro años de gestión será ejecutar obras públicas que se adapten al cambio climático. Según el Alcalde electo esto implica Bogotá dejará de expandirse, liberando espacio público y hacer del espacio público un espacio verde.

El estudio de la CAF recomendó dividir el programa entre cuatro concesionarios que trabajarían de la siguiente manera:

· Concesionario 1: Tramo de 57.05 km que se conectaría con la Av. Boyacá, la Av. Guaymaral, el Canal Salitre y la Av. Centenario.

· Concesionario 2: Tramo de 42.72 km que se conectaría con la ALO, la Av. José Celestino Mutis, la Av. Suba-Cota y la Av. Morisca.

· Concesionario 3: Tramo de 36.37 km que se conectaría con la NQS y la carrera 11.

· Concesionario 4: Tramo de 33.34 km que se conectaría con la Av. Circunvalar de Oriente, Av. Del Congreso Eucarístico, Calle 100, Av. Comuneros y Av. Hortua.

De estos, se determinó en compañía del Distrito, que el Proyecto Piloto será la unión de las Concesiones 1 y 2 para ser ejecutadas de manera gradual (en la medida que el tráfico lo exija). Dicha concesión además requerirá adelantar un estudio para definir la tarifa máxima aceptable que deberán pagar los usuarios que transiten por los carriles rápidos de las autopistas.

El correcto desarrollo de los estudios y la puesta en marcha del proyecto posibilitan estimar que la primera Autopista estaría lista en aproximadamente seis años y se estima que la totalidad del Programa tomaría 10 años en ser finalizado.