La hora de las salvaguardias para las frutas

Hace más de dos décadas la agroindustria colombiana decidió importar fruta de otros países, como consecuencia del cambio en la tendencia del consumo de estos productos naturales, la cual fue impulsada por campañas publicitarias que invitaban a las personas a consumir más productos naturales y menos bebidas artificiales.

En consecuencia, las empresas más grandes de gaseosas y cervezas del país abrieron líneas de producción de jugos con el fin de atender la demanda que se desarrollaba a nivel mundial y por ende en Colombia.
 
Así lo registraba en ese entonces un estudio de la Universidad Nacional que revelaba que en relación con la producción de frutas en Colombia, ésta aunque baja, iba en aumento, "cambiando de 1.521.000 toneladas en 1993 a 2.002.878 toneladas en 1997 y alcanzando en 1998 un valor de 2.147.135 toneladas".

Después de más de dos décadas, a un paso lento, la situación en Colombia evolucionó para los productores de estos alimentos y actualmente el número de hectáreas sembradas solamente para frutas, asciende a más de 921.000 hectáreas, según el dato del Gobierno al cierre de 2014.

Sin embargo, ¡persisten los problemas!

En diálogo con Dinero el Gerente General de la Asociación Hortofrutícola de Colombia Asohofrucol, Álvaro Ernesto Palacio, explicó que pese a la intención del Gobierno de apoyar económica y técnicamente a los productores de fruta, los costos con los que compiten frente a los frutos importados, los afectan seriamente.
 
“Sería bueno que el Gobierno le pusiera cuidado a este tipo de importaciones, sobre todo las relacionadas con el plátano, pues solo en este producto el sector tiene alrededor de 440.000 hectáreas y es el producto bandera. Se necesitan salvaguardias que blinden al sector frente a los precios internacionales.”, señaló.

Datos de la Asociación señalan que los productos de este sector que más importa Colombia, son cebollas y ajos provenientes desde China, Holanda y Perú; muchas veces por contrabando. También se importan manzanas, ciruelas y frutas pequeñas de Chile, naranjas y limones de Estados Unidos y plátanos provenientes de Ecuador.

“Llegaron a mi oficina cinco grandes productores del Chocó que antes sembraban coca y me plantearon lo siguiente. Nos dice el Gobierno: no siembren coca, entonces sembramos mora, granadilla y tomate de árbol, pero del Ecuador nos entran todos esos productos a unos precios muy bajos, entonces perdemos competitividad porque las frutas son más baratas”, explicó el dirigente.

La propuesta

Para tal efecto el Gerente de Asohofrucol explicó que esas salvaguardias se pueden obtener si Colombia recurre a la Comunidad Andina que permite que cuando se van a afectar productos locales, se sustente ante el organismo la situación específica, para evaluar si se da o no el permiso requerido.

Por tal motivo la Asociación señaló que las frutas están incluidas en los programas de sustitución de cultivos, pero para proteger a regiones que se acogieron a la alternativa como Putumayo y Nariño, se deben generar acciones de protección.