La cúpula del secretariado de las Farc de la época de la zona de distensión. Se acabó la fiesta.

NACIÓN

“El conflicto armado terminó en Colombia”

“No es demasiado optimista afirmar que el conflicto armado terminó en Colombia”, sostiene el politólogo Eduardo Pizarro. Viene un aumento de la criminalidad. Podría haber entrega de secuestrados.

3 de julio de 2008

 

“No es demasiado optimista afirmar que el conflicto armado terminó en Colombia”, sostiene el politólogo Eduardo Pizarro, una de las personas que conoce con más detalle el proceso de la guerra que ha mantenido el país en los últimos cuarenta años.

Una de las piezas de evidencia más importantes para respaldar su afirmación está en las estadísticas de desmovilización. Las deserciones individuales ya no son la norma y ahora hay un movimiento con cerca de nueve guerrilleros cada día. “Ese es un síntoma de desmoralización interna enorme”, señala Pizarro.

La agonía
Pero aún si termina el enfrentamiento armado, no quiere decir que la agonía deje de ser dolorosa, advierte.

Prevé un fortalecimiento de las bandas criminales emergentes. Los post conflictos, en general, se caracterizan por altas tasas de criminalidad. “No vamos a escapar a ese fenómeno”, vaticina.

Es un fenómeno que tiene efectos de largo plazo. En Irlanda, para mencionar un caso, hay una gran inquietud porque los desmovilizados del IRA hoy controlan el tráfico de drogas y la trata de blancas. “Hay una oleada criminal muy preocupante”, afirma.

En Colombia el debilitamiento de las Farc y del ELN permite comenzar a fortalecer la policía en un tránsito de recursos desde el ejército.

Pero por ahora uno de los mayores riesgos está en que las bandas criminales reciclen a los ex combatientes. El caso del ELN constituye un buen ejemplo. Pizarro considera a esta guerrilla como un cascarón vacío en términos militares, pero encuentra que algunos mandos medios se pasaron al tráfico de drogas en Cauca y Nariño

El próximo paso, liberación unilateral
El próximo paso en la confrontación con las Farc debería ser la entrega unilateral de un grupo de secuestrados. “La iniciativa no va a ser solamente del ejército sino de Cano”, afirma el politólogo.

Lo primero que tiene que hacer el jefe de las Farc es salir del cerco militar que le tendieron en el Tolima. “Su ausencia en los medios de comunicación ahonda la idea del colapso de esa guerrilla”.

Por eso opina que en poco tiempo Cano debería aparecer en los medios de comunicación con algún tipo de acción. En el momento no está en capacidad de sostener acciones militares y una acción de terrorismo urbano podría ser demasiado costosa para su imagen internacional.

La opción que le queda, opina Pizarro, es de carácter político, “y tiene una íntima relación con los rehenes que quedan. La liberación unilateral de rehenes puede mostrara que es el jefe de algo, y que toma decisiones”, añade.