El área que más preocupa es matemáticas, ya que un 63% de los estudiantes no alcanzó el nivel II, que es considerado “el mínimo” para dominar los conocimientos fundamentales en esta asignatura. | Foto: Bloomberg

EDUCACIÓN

América Latina, un continente de contrastes y una ‘deuda inmensa’ con la educación

América Latina desafió los problemas de acceso y calidad de la educación con un aumento progresivo en la inversión. Sin embargo, la fotografía actual sigue siendo “preocupante” por los bajos resultados en las pruebas internacionales que miden la competitividad de los estudiantes.

29 de julio de 2015

Así lo reveló el informe titulado ‘América Latina después de PISA: Lecciones aprendidas de la educación en siete países (2000-2015)’, que expone las “inmensas deudas” sociales que tiene que pagar la región para lograr una mayor competitividad y alcanzar el desarrollo en ese campo.

El documento, que analiza la situación en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Uruguay, revela que en esos países “la inversión por alumno pasó de 1.261 dólares constantes en 2002 a 2.084 en 2011”. 

Mientras que el gasto en educación en la región, frente al Producto Interno Bruto (PIB), pasó del 4% en 2000 a 5,44% en 2011. Los países que mayores inversiones reportaron en esa área fueron Argentina, Brasil y Uruguay, seguidos de Chile,  México y Colombia, (este último pasó del 3,5% del PIB en educación en 2000 al 4,4% en 2012). 

Perú, por su parte, “fue el único de los países que redujo su gasto educativo frente al PIB, al pasar del 3,1% en 2000 al 2,7% en 2012”, afirma el documento elaborado por el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC), junto a Natura y otras organizaciones.

Las 463 millones de personas que habitan estos siete países representan el 76% de la población de  la región y sus economías suman el 86% del PIB. Según el estudio, entre el año 2000 y el 2013 más de 50 millones de personas salieron de la pobreza en esta zona e ingresaron “en las capas de las nuevas clases emergentes”.

A su vez,  en ese período  se amplió el gasto social del Estado, que pasó del 11,7% del PIB al 14,5%. También se redujo el desempleo, la desnutrición y la mortalidad infantil, al tiempo que aumentó la cobertura a la salud y pensiones, agrega.

Axel Rivas, autor del libro e investigador principal del CIPPEC, sostuvo que la inversión educativa ayudó a fortalecer la infraestructura de las escuelas, los derechos de los maestros, entre otros aspectos que estaban olvidados en la agenda política de esas naciones. 

El directivo le dijo a Dinero que uno de los principales retos es "asegurar los pisos de equidad en todas las escuelas” e impulsar una “segunda ola de reformas educativas” para mejorar  las competencias de los docentes y fortalecer esta profesión para que “más jóvenes se interesen en ella”.

Rivas consideró que estas acciones “son las más complejas, las más difíciles y las que más impacto van a tener en la transformación de la educación a futuro”, y agregó que el panorama es “esperanzador” a pesar de la magnitud de los retos.  

Uno de estos desafíos será mejorar los resultados de las pruebas PISA, ya que en la última versión de este examen (2012) la región obtuvo bajos resultados en comparación con los demás países participantes.

El área que más preocupa es matemáticas, ya que un 63% de los estudiantes no alcanzó el nivel II, que es considerado “el mínimo” para dominar los conocimientos fundamentales en esta asignatura, señala el informe. 

En los países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ese porcentaje de estudiantes se reducía a un 23% y en Asía Pacífico a un 9%.

Sin embargo, si se analiza el avance que ha tenido América Latina con respecto a esta evaluación pueden identificarse varios aspectos positivos. Uno de los más relevantes es que entre el año 2000 y el 2012 fue la región que tuvo un mayor aumento en los resultados de aprendizaje en las pruebas PISA.

En ese período se destacó por el notable incrementó en la tasa de escolarización en el nivel secundario. Este esfuerzo se vio reflejado en el cuartil más pobre de la población, que logró el avance más destacado en la puntuación de las pruebas.

“Si queremos que ricos y pobres estudien de la misma manera necesitamos que haya calidad. El lugar donde nace un niño no puede ser lo que determine su destino”, coincidió en una conversación con este medio la ministra de Educación de Colombia, Gina Parody.

La alta funcionaria, quien también participó en la presentación del informe, afirmó en una conversación con este medio que “siempre va a ser falta inversión en educación”, y concluyó que el principal objetivo es que los estudiantes colombianos sean los mejores en las pruebas.