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20 de enero de 2018

De Álvaro Uribe Vélez
Ante la columna de opinión de María Jimena Duzán, titulada ‘Píldoras contra la moralina’ (SEMANA n.º 1863), nos permitimos expresar:
1. El expresidente Álvaro Uribe Vélez siempre, a lo largo de su carrera, ha combatido, y sin vacilaciones, el narcotráfico. En 1980 Uribe fue designado director de dicha entidad, en la que expidió el Decreto 2303 de 1981 que exigía el visto bueno del Consejo Nacional de Estupefacientes y las brigadas militares para adelantar trámites en la Aeronáutica. Además, en su lucha contra la corrupción, trasladó el cobro de los impuestos del aparato burocrático a los tiquetes aéreos, lo que aumentó de inmediato el recaudo, permitiendo obras de gran importancia como el puente aéreo del aeropuerto José María Córdova y el estudio de la segunda pista en El Dorado. Los controles instaurados por Uribe Vélez causaron que varias veces intentaran asesinarlo, como afirma en su libro Juan Pablo Escobar, hijo de Pablo Escobar, quien habría ofrecido 500 millones de pesos por su vida.
2. El intento de montaje infame que pretendió vincular al expresidente Uribe Vélez en una lista de narcotráfico elaborada en 1991, que suelen utilizar sus enemigos en su contra, en especial en época electoral, fue desvirtuado por Estados Unidos. El documento que sugería que Uribe Vélez “tenía en ese entonces relaciones con el narcotráfico y el cartel de Medellín, que su padre había sido asesinado por sus relaciones con los narcotraficantes, que era amigo personal de Pablo Escobar y que participó en la campaña que llevó a este a la Cámara como segundo renglón de Jairo Ortega, y que, como senador, Uribe se opuso al tratado de extradición”, señala que se trata de información no evaluada (“Not finally evaluated”). Los supuestos se caen, además, por el peso irrefutable de los hechos que corroboran una vida pública sin tacha.
En 1991 Uribe Vélez, entonces senador, se encontraba en Estados Unidos en un programa académico de la Universidad de Harvard, mientras sesionaba la Asamblea Constituyente, periodo durante el cual tuvo lugar la revocatoria del Congreso.
Don Alberto Uribe Sierra, padre del expresidente, fue asesinado por el Quinto frente de las Farc el 14 de junio de 1983 al resistir un intento de secuestro. Uribe Vélez fue elegido senador en tres oportunidades: en 1986, 1990 y 1991 como miembro del Directorio Liberal de Antioquia-Sector Democrático. Jairo Ortega, de quien Escobar fue segundo renglón, fue elegido a la Cámara por un movimiento diferente en 1982.
En los anales del Congreso de 1989 consta la posición del senador Uribe sobre la extradición, la única que tuvo sobre el tema durante su desempeño y que ha sostenido a lo largo de su vida pública. En ese año, cuando el narcotráfico golpeaba a nuestro país, en la Cámara se incluyó un mico para que se preguntara vía referendo a los colombianos si rechazaban o no la extradición. Cuando el proyecto llegó al Senado, como puede constatarse en los anales de 1989, Uribe Vélez expresó su negativa a que el referéndum coincidiera con las parlamentarias, pues lo consideraba inconveniente por el riesgo de que el narcotráfico presionara las elecciones. Manifestó como alternativa, si se decidiera seguir adelante con el referendo, que este se hiciera después de las elecciones y de la elección presidencial.
3. Como gobernador de Antioquia, Uribe Vélez puso en marcha un programa de fumigación de coca que anticipó la lucha contra los cultivos de narcotráfico que luego lideraría desde la Presidencia, y apoyó revivir la extradición por hechos futuros, eliminada por la Constitución de 1991.
4. Como presidente su compromiso en la lucha contra el narcotráfico no fue menor. Según la Casa Blanca, el país pasó de tener 144.000 hectáreas de coca en 2002 a 100.000 en 2010, periodo en el cual las toneladas de cocaína pasaron de 585 a 240. Las estimaciones de ONU hablan de 102.000 hectáreas en 2002 a 62.000 hectáreas en 2010, y una reducción de toneladas de cocaína de 801 a 424 en sus últimos 5 años de gobierno. Según el Ministerio de Defensa, en promedio se erradicaron cada año durante los 8 de gobierno 168.000 hectáreas de coca; así mismo el Ministerio de Justicia registra que entre 2003 y 2010 las incautaciones de hoja aumentaron en 22 por ciento, el de pasta/base de cocai´na 649 por ciento y el de clorhidrato de cocai´na 39 por ciento. En este mismo periodo, el Programa Familias Guardabosques benefició más de 114.000 familias afectadas por los cultivos ilícitos. 
5. En el gobierno de Uribe Vélez se extraditaron 1.149 personas, de las 1.482 extraditadas hasta entonces, convirtiéndose en el que más personas había extraditado en el país.
6. Sobre la relación del expresidente con el doctor Luis Carlos Galán, sea importante mencionar que hubo una buena amistad. La cercanía del senador Uribe con el doctor Galán en el Congreso llevó al pacto para que en el sector democrático del liberalismo antioqueño, que lideraba Uribe, un grupo encabezado por Iván Marulanda agitara la opción del doctor Galán para la consulta liberal, campaña que se adelantaba al momento del asesinato.
7. Con el señor Guillermo Cano el expresidente siempre sostuvo una amistad institucional. Cano conoció la honorabilidad de la carrera del expresidente y en una columna en su ‘Libreta de Apuntes’ en 1982 así lo destaca al referirse a los tres funcionarios que se salvaban de la “mediocridad” de la administración Turbay: “… Álvaro Uribe Vélez: la seriedad con que el director de la Aeronáutica Civil enfrentó la complejidad de la política aérea de Colombia; la decisión firme de modificar contra todos los intereses creados una desueta concepción de la importancia de la intervención del Estado en las comunicaciones aéreas (…)”. 
8. Los años de vida pública de Álvaro Uribe Vélez al servicio de los colombianos son la prueba fehaciente del ejercicio probo y sin tacha con el que siempre ha procedido. La honorabilidad de su carrera política inexorablemente dejará sin peso cualquier intento ruin de desprestigiar su honra y ensombrecer su legado.
Oficina de prensa de Álvaro Uribe Vélez
Bogotá


No multados, sino condenados 
En la edición n.º 1862, la revista SEMANA publicó el artículo ‘Grandes negocios de 2018’. En él se hace referencia a la “reactivación de la subasta del espectro de la banda de 700 MHz –para mejorar los servicios de comunicaciones– que se vio afectada por la billonaria multa a los operadores celulares”.
El Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones aclara que los operadores celulares no fueron multados. Se trató de una condena judicial impuesta mediante laudo proferido por un tribunal de arbitramento del Centro de Arbitraje y Conciliación de la Cámara de Comercio de Bogotá, que determinó que la cláusula de reversión de activos de los contratos de concesión de telefonía móvil celular suscritos en 1994 entre el Estado y los operadores está vigente, razón por la cual debían compensar a la Nación.
En ese sentido y por orden judicial contenida en el laudo arbitral, Comunicación Celular Comcel efectuó el pago en divisas y en pesos colombianos por una suma cercana a los 3,1 billones de pesos. Del mismo modo, Colombia Telecomunicaciones S. S. E. S. P. efectuó un pago en dólares equivalente a 1,1 billones de pesos.
David Luna Sánchez, ministro de las Mintic
Bogotá

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