Jorge Boshell, ex funcionario OMS y asesor del Ministerio de Protección. Juan Manuel Gutiérrez, Clinica del Country y Harvard. Médicos expertos en el virus AH1N1

El virus AH1N1 entra en una etapa nueva, no letal

El virus AH1N1 parece haber mutado en el tiempo y ahora se muestra mucho menos agresivo. Llegará de nuevo a Colombia pero en una versión debilitada. ¿Qué ocurrió? ¿Pasó el peligro? ¿Qué deben hacer los colombianos?

9 de mayo de 2009

Las noticias no podrían ser mejores. De un lado el virus AH1N1 parece haber mutado en el tiempo y ahora se muestra mucho menos agresivo. De hecho la gente ya no se está muriendo.

Pero además, el único caso comprobado en Colombia, el de un fotógrafo en Zipaquirá, Cundinamarca, fue aislado completamente.

¿En qué queda entonces el escándalo de la gripa que azotó a México en las últimas semanas con un rigor que parecía no tener antecedentes? ¿Pasó completamente el peligro?

Claramente no ha pasado, pero al menos por ahora entró en una nueva etapa menos letal. Así se lo dijeron a Dinero.com dos de los médicos más informados en el país sobre el estado y el futuro de la epidemia. Jorge Boshell, virólogo, ex representante de la OMC en Egipto y coordinador del grupo encargado por el ministerio de Protección hasta el viernes de hacerle el seguimiento al AH1N1 en Colombia. Y Juan Manuel Gutiérrez, experto en cuidado de urgencias en la Clínica del Country en Bogotá y miembro de la red de urgencias de la Universidad de Harvard.

Pero ¿el virus continuará perdiendo vigor? “Ser profeta es mal negocio. Nadie puede saber”, dice Jorge Boshell. No obstante, lo que parece tener la mayor probabilidad es que la tendencia actual de debilitamiento del microorganismo se mantenga.

Lo que ocurrió es que el cuerpo humano es un mal hospedaje para el virus y en la medida en que nuevas generaciones se transmiten entre las personas, el AH1N1 pierde vigor, explica Juan Manuel Gutiérrez.

Lo que es bastante seguro es que el virus llegue de nuevo al país con otras personas que lo traerán de Estados Unidos, de Canadá, de México, o de cualquier otro país donde está difundida la gripa. Sin embargo, llegaría bastante amansado, opinan los especialistas. El despertar del virus fue tremendamente agresivo y el brote inicial le dio a la pandemia el tinte dramático que movió la atención del mundo en las últimas semanas.

En las nuevas circunstancias, el virus que se desarrolló en México tendría una letalidad menor que otros tipos de gripa. La influenza mata 35.000 personas al año y para Jorge Boshell, hay que temerles más al Ébola, al Ántrax y a la gripa asiática H5.

En las condiciones actuales, dicen los dos médicos, hay una probabilidad de 99% de que las personas que se infecten con el virus, presenten síntomas banales, es decir los propios de una gripa fuerte. El 1% restante se repartirá entre pacientes que estando infectados no muestren síntomas y otros infectados que se compliquen y mueran.

Las personas que han muerto hasta ahora, explica Juan Manuel Gutiérrez, ya tenían enfermedades que se habrían complicado por el AH1N1 o por cualquier otro tipo de gripa. Si hay personas con Enfermedad Pulmonar Obstructiva (Epoc) o fallas cardíacas, por ejemplo, podrían morir en cualquier caso. Esto posiblemente siga ocurriendo.
A pesar de esto, el país debe mantener unas condiciones de alerta moderada y por sobre todo, debe incorporar dos prácticas a la cultura de higiene. De un lado a hacer un lavado de manos frecuente y segundo, a evitar el contagio de los demás cuando se tiene gripa. Esto implica aislarse voluntariamente cuando se tenga la enfermedad y a usar tapabocas y evitar estornudar o toser sin cubrirse con un pañuelo. “Si eso se lograra, sería un hito en salud pública”, dice Jorge Boshell. Reduciría los picos estacionales de gripa que se producen en septiembre, por ejemplo, y en otras ocasiones podría bajar la incidencia de enfermedades gástricas que tienen una enorme presencia en el país.