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TLC con Perú genera júbilo, pesar, esperanza en EEUU

Charles Rangel, presidente del Comité de Medios y Arbitrios donde el acuerdo recibió 39-0 (con dos votantes ausentes), proclamó que después de este día la política comercial de Estados Unidos "nunca más volverá a ser la misma".

1 de noviembre de 2007

Washington.- La abrumadora votación favorable que recibió el miércoles el tratado de libre comercio entre Estados Unidos y Perú fue recibida con júbilo, pesar y esperanza por distintos sectores.

La votación refleja un fuerte compromiso bipartidista de demócratas, que son la mayoría legislativa desde enero, y republicanos, que lo fueron en los últimos 12 años en que negociaron todos los acuerdos de libre comercio excepto el NAFTA --con México y Canadá-- de comienzos de los 90.

El EEUU-Perú es también el primer tratado que incluye en su texto los principios más críticos del derecho laboral, establecidos por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y pedidos por los demócratas, pese a que Estados Unidos no es país miembro de esa institución.

Durante el dominio republicano, los demócratas trataron de incluir esos patrones en los acuerdos comerciales, particularmente el de Centroamérica (CAFTA-RD), aprobado en 2005, por lo que cuando retomaron el control legislativo no fueron pocos los que temieron un retroceso al proteccionismo.

La Asociación Nacional de Manufactureros (NAM), de las grandes y pequeñas industrias estadounidenses, fue uno de ellos. Pero el miércoles dijo que la votación unánime "es un indicio alentador" para la actividad industrial de la nación.

Pero la federación sindical de los camioneros, otro grupo poderoso de Estados Unidos, criticó al comité de Rangel por la aprobación, afirmando que el tratado "debilita a los trabajadores".

"Si bien contiene importantes mejoras, el tratado es todavía un exterminador de empleos tipo NAFTA", dijo el presidente del sindicato, Jim Hoffa. "Me sorprende que los miembros del Congreso estén considerando aprobar incluso más de estos acuerdos que los trabajadores detestan".

Esos acuerdos se refieren a los de Colombia y Panamá. En particular, Colombia ha expresado su optimismo por el futuro de su propio acuerdo. La embajadora Carolina Barco dijo en Washington que se ha abierto con Perú "un espacio de esperanza" para el trabajo bipartidista en favor de Colombia.

 

 

AP