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Singapur: Recuerdos de contrastes para FMI

El FMI dijo que en total llegaron a Singapur 20.140 visitantes relacionados con la asamblea. De ellos, 3.417 fueron delegados, 1.311 periodistas y 281 miembros de organizaciones civiles.

20 de septiembre de 2006

Singapur
 
Singapur, la economía más próspera del mundo, dijo hoy adiós a los ministros de finanzas de 184 países que vinieron para la asamblea anual del Fondo Monetario Internacional.

El gobierno del primer ministro Li Hsien Loong había calculado inicialmente la presencia de unos 16.700 delegados y acompañantes, pero luego ajustó la cifra a 23.000.

Cualquiera que sea el número, quizá no haya uno que pueda decir que se va sin haber recibido una sonrisa.

La sonrisa fue, después de todo, el lema de la conferencia de nueve días, los dos últimos dedicados a decenas de discursos en la junta de gobernadores, que cada tres años se celebra fuera de Washington.

"Me ha emocionado la persistente cortesía, asistencia y calidez de todos", dijo el director gerente del FMI, Rodrigo de Rato, al clausurar la asamblea.

"He sabido de siempre que Singapur era una ciudad de gente emprendedora y trabajadora. Pero esta semana he descubierto que es también una gran ciudad para la amistad", añadió.

Toda la fuerza policial de 10.000 efectivos de esta ciudad estado fue movilizada o puesta en alerta durante los nueve días de la reunión, a quienes se unieron miles de personas seleccionadas como portadoras de la imagen que Singapur quiso proyectar: la juventud.

Los muchachos, generalmente estudiantes universitarios, estuvieron por todas partes. Difícil era ver que un adulto mayor anduviera junto a ellos. Incluso los miembros visibles de la policía en los sitios frecuentados por los delegados eran siempre jóvenes, oficiales y agentes.

Para un archipiélago de 4,2 millones de personas, con apenas 699 kilómetros cuadrados de superficie territorial, una movilización de 20.000 personas anfitrionas no parece tarea difícil cuando hay un sistema político que ha permitido a un único partido gobernar más de 40 años.

Amnistía Internacional dice que Singapur es todavía una "democracia incompleta", con un gobierno autoritario a ratos y donde todavía se hace justicia con azotes.

Sin embargo, el Banco Mundial sostiene que es el mejor lugar del mundo para hacer negocios: mejor aún que Hong Kong, que está segundo o Estados Unidos, cuarto, o Chile, el número 28.

Pero no sólo las delegaciones oficiales se acordarán de Singapur por un buen rato. También los activistas antiglobalización, que en otras conferencias de esta naturaleza fueron los protagonistas a la fuerza.

En Singapur, no hubo marchas callejeras. Menos aún violencia. Los grupos de la sociedad civil recibieron una oficina y un espacio _el equivalente de dos cuadriláteros de boxeo_ en el lobby del centro de convenciones Suntec, sede de las sesiones, para sus protestas.

Allí protestaron hasta en dos ocasiones, siguiendo normas rigurosas: tiempo exacto, gritos no estridentes, no más de 15 personas a la vez, ropa limpia y buenos modales.

Roberto Bissio, del Instituto del Tercer Mundo, de Montevideo, tomó una foto en una de esas peculiares modalidades de protestas, afirmando que si le contaba a su familia lo que había visto sin mostrarle una prueba "van a pensar que estoy mintiendo".

Si bien los delegados de gobiernos han partido preocupados por la incertidumbre del epílogo de un proceso de reformas en el FMI, los activistas también se han marchado inquietos.

"Yo me pregunto si este tipo de protestas es ya parte del modelo de democracia del futuro", dijo Bissio.

La respuesta puede darse en Estambul, donde será la próxima asamblea anual en el 2009.

FUENTE: AP