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Por utilizar sin permiso imagen de Juan Valdez Colombia demanda a Costa Rica

"El uso que ha hecho la demandada de la denominación Juan Valdez es ilegítimo y de mala fe," apunta la querella.

6 de julio de 2006

La Federación Nacional de Cafeteros de Colombia (Fedecafé) demandó a la empresa costarricense Café Britt por usar sin su autorización la marca Juan Valdez.
El juzgado de Mayor Cuantía de Heredia, a unos 20 kilómetros de la capital costarricense, confirmó el miércoles que recibió la querella.
 
"La utilización del logo Juan Valdez y la mula Conchita por parte del Grupo Café Britt constituye un acto de competencia desleal", señala la demanda interpuesta el viernes pasado por el bufete González Uribe que representa a Fedecafé en el país.
 
El documento detalla que dicha acción es contraria a las normas de corrección y buenos usos mercantiles pues la demandada ha acudido al uso, imitación, reproducción y sustitución indebida de marcas y expresiones de propaganda que son propiedad de Fedecafé como medios de identificación de sus productos que promueven la imagen y venta del café colombiano.
 
Los principales argumentos y pruebas que aporta el demandante son que Café Britt ha estado vendiendo en su tienda camisetas que tienen impresa la leyenda "Juan Valdez drinks Costa Rican Coffee. 100% café de Costa Rica".
 
Además las prendas tienen una etiqueta de papel donde se consigna su valor de 16,99 dólares y debajo del precio dice "Camiseta Crema Juan Valdez Talla S".
Según Fedecafé, la marca Juan Valdez está registrada en Colombia desde 1959 y en Costa Rica desde 1964 hasta marzo de 2009.
 
"El uso que ha hecho la demandada de la denominación Juan Valdez es ilegítimo y de mala fe," apunta la querella.
 
Expone también que Fedecafé intentó en varias ocasiones llegar a un acuerdo y en un principio las partes llegaron a un borrador de convenio en el que Café Britt reconocía que utilizó la marca colombiana sin su consentimiento. Sin embargo, después se abstuvo de firmar.
 
El juzgado comenzará un proceso ordinario que implica la recepción de pruebas y una audiencia oral para que un juez pueda resolver y dictar sentencia.