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Irán considera que sanciones petroleras de EEUU son un fracaso de hecho

El Gobierno de Teherán considera que las sanciones petroleras impuestas a Irán por Estados Unidos son "un fracaso de hecho", ya que opina que Washington ha tenido que retractarse de algunas de sus medidas, informó la agencia local Fars.

25 de marzo de 2012

Según el vicepresidente iraní para Asuntos Parlamentarios, Mohamad Reza Mir Tayedini, "en una clara rectificación, EEUU ha eximido a once países de aplicar las sanciones que había impuesto a Irán" esta misma semana.

En opinión de Tayedini, el "fracaso" del embargo petrolero se debe a que muchos países siguen con sus importaciones petroleras de Irán como muestra de su posición internacional respecto a este país, que no coincide con la de EEUU y otros países.

Para él, los "enemigos", término que el régimen de Teherán utiliza para denominar a EEUU, Israel y algunos países occidentales, deben entender que "no pueden bloquear el rápido desarrollo y el avance de Irán".

Además de las sanciones petroleras y financieras de EEUU, la Unión Europea decidió el pasado 23 de enero imponer a Irán un embargo de compra de petróleo que entrará en vigor a partir del 1 de julio próximo.

Los Veintisiete también han impuesto a los bancos iraníes sancionados, entre ellos el Banco Central, un bloqueo en el sistema de mensajería financiera Swift (Sociedad para las Telecomunicaciones Financieras Interbancarias Mundiales), lo que de hecho supone que no pueden recibir o hacer transferencias internacionales.

Irán ha reiterado que, pese a las sanciones, puede seguir sus negocios petroleros, sobre todo en Asia y África, y advertido que el conflicto hará subir el precio del crudo en los mercados internacionales, lo que beneficiará al país, uno de los mayores exportadores del mundo, y perjudicará a los importadores.

Sin embargo, ha expresado su malestar y se ve afectado por el bloqueo financiero, ya que se ha producido una fuerte devaluación de su moneda en el mercado libre, que supera el 50%, y se nota la escasez de circulante en divisas fuertes para importaciones, según dijeron a Efe algunos comerciantes iraníes.

Ante los problemas con divisas fuertes, como el dólar y el euro, y las dificultades o la imposibilidad de realizar transferencias internacionales, el Banco Central iraní ha apuntado que el país podría recibir pagos en oro para sus exportaciones, en especial de petróleo y gas, y también en divisas locales de los países clientes.

En relación con esto, el líder supremo iraní, ayatolá Ali Jamenei, pidió el pasado 20 de marzo, con motivo del año nuevo persa, apoyo a la producción nacional y reclamó respaldo al capital y los trabajadores iraníes, para combatir las sanciones, en un llamamiento que apunta a un retraimiento hacia la autarquía.

Tanto el presidente del país, Mahmud Ahmadineyad, como destacados parlamentarios y militares han hecho también llamamientos al apoyo a la producción nacional y a la promoción de la autosuficiencia económica e industrial, ante el aislamiento exterior promovido por EEUU, la UE y sus aliados.

En todo caso, Irán sigue, con mayor o menor éxito, su campaña para aumentar sus relaciones internacionales, políticas, culturales, económicas y comerciales, en especial en las zonas vecinas de Oriente Medio y Asia Central, pero también en el resto de Asia, África y América Latina.

El Gobierno de Irán tampoco deja de hacer guiños a Europa para que se desligue de la hostilidad hacia la República Islámica mostrada por EEUU e Israel, a los que considera sus grandes enemigos.

El conflicto con Irán deriva de su programa nuclear, que algunos países, con EEUU a la cabeza, consideran que tiene una vertiente armamentista destinada a fabricar bombas atómicas, lo que Teherán niega y asegura que es exclusivamente civil y pacífico.

Además de las sanciones, EEUU e Israel han amenazado a Irán con ataques militares si no frena su programa nuclear, a los que Teherán ha respondido que no frenará su desarrollo atómico pacífico y que su respuesta será aplastante en caso de ser agredido. EFE