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En la India hay 1200 millones de personas sin documentos de identificación

El problema es de una magnitud sobrecogedora: ¿Cómo identificar a 1.200 millones de personas sin documentos, que sólo confían en la buena fe para identificarse?

18 de septiembre de 2009

El hombre al que han encargado la solución del problema es el gurú de la informática Nandan Nilekani, quien se hizo famoso como fundador de Infosys Technologies, la segunda firma en el rubro en la India. Acaba de asumir como director de la Unique Identification Authority of India (Autoridad de Identificación Unica de la India), una iniciativa ambiciosa para dotar a cada indio de un número de identidad único y propio.

"No puedo dormir de noche, pensando en qué diablos me he metido", dijo Nilekani, de 54 años.

Un indio de buena posición económica puede demostrar su identidad con un pasaporte, permiso de conductor o tarjeta de crédito. Pero los pobres usan sus cuentas de electricidad, tarjetas de racionamiento, tarjetas de elector o cartas de autoridades locales, ninguna de las cuales es a prueba de falsificación.

Por eso les resulta más difícil conseguir trabajo, abrir una cuenta bancaria o establecer un derecho de propiedad, lo cual coarta sus esfuerzos para participar y contribuir al crecimiento económico de la India. También aumenta las oportunidades de corrupción en los enormes programas de subsidios sociales.

Nilekani, quien dedicó los primeros días a una serie de reuniones con funcionarios de gobierno, es un especialista en explicar el potencial social revolucionario de la tecnología.

"La identidad se ha convertido en un medio de marginación", dijo en Mumbai poco antes de asumir el puesto. "Los pobres no tienen acceso a la identificación. Por eso deben dedicar tanto tiempo a reestablecer su identidad".

Su libro de 2008 "Imagining India: Ideas for the New Country" (Imaginando la India: ideas para el nuevo país), un best-seller, parece un plan para mejorar el sistema de gobierno, aunque él insiste que cuando lo escribió no se postulaba como empleado público. Un capítulo está dedicado a los documentos nacionales de identidad, que según él cumplirían una función "transformadora" al mejorar la calidad de los servicios gubernamentales, reducir el soborno y distribuir mejor los frutos del crecimiento económico.

"Cada aspecto de la vida se vuelve más fácil", dijo. "El mero hecho de decir que yo garantizo que esta persona es quien dice ser. ¿Imaginas cuánto vale eso?"

Los grandes empresarios de la India rara vez ingresan a la función pública. Si Nikelani tiene éxito en su emprendimiento, podría inspirar a otros.

El desafío es doble: Debe dar a cada individuo —incluidos los miembros de tribus remotas— un número de identidad y debe garantizar que no haya duplicados.

El proyecto de Nilekani consiste en crear una base de datos central de nombres tomando como modelo el depósito de valores electrónicos de la India y con el uso de la biometría —probablemente una combinación de impresión digital e identificación facial— para garantizar que cada uno recibe un solo número.

Los primeros documentos aparecerán en los próximos 12 a 18 meses, dijo, pero no quiso conjeturar cuánto tardará en emitir la totalidad. El presupuesto inicial de la repartición es de 1.200 millones de rupias (24,6 millones de dólares), pero el costo total probablemente será mucho más alto.

"Tomará años y años y años", dijo Nikelani. "Aunque cueste un poco de dinero, si unos cientos de millones de pobres consiguen mejores servicios públicos, valdrá su peso en oro".

Y si no, pregúntenle a Pralhad Dandekar.

Pescador de 58 años, Dandekar espera desde hace dos años que el gobierno del estado le emita una credencial de pescador, obligatoria para hacerse a la mar.

"Espero, espero, espero", dice.

El proceso para obtener la credencial —obligatoria desde el ataque terrorista de noviembre pasado en Mumbai— es tan penoso y previsiblemente lento que unas tres decenas de asociaciones de pescadores en la zona emiten credenciales temporarias para que la gente pueda trabajar mientras aguarda la cédula oficial. Dandekar la tiene, por eso puede trabajar en su oficio y traer alimentos para su esposa y dos hijas.

El problema es que esas credenciales sólo son válidas en el estado de Maharashtra.

"Necesito una cédula válida para toda la India", dijo Shiv Kumar Chinna Coundar.

Por no tenerla, cada vez que atraca en otro estado debe obtener permiso de la aduana local. Y para ello hay que pagar "chai pani", literalmente "agua para el té", como llaman en la India al soborno.

"Si nos dieran una cédula de identidad nacional, no tendría que pagar chai pani en ningún estado", dijo Coundar