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El superávit fiscal brasileño en 2010 fue inferior al perseguido por Gobierno

Brasil registró el año pasado un superávit primario en sus cuentas públicas equivalente al 2,78% del producto interior bruto (PIB), pese a que el Gobierno se había impuesto la meta de cerrar el año con un ahorro fiscal de al menos el 3,1% del PIB, informó hoy el Banco Central.

31 de enero de 2011

Río de Janeiro - La diferencia entre los ingresos y los gastos del sector público brasileño en 2010 fue positiva en 101.696 millones de reales (unos 61.347,7 millones de dólares), por debajo de lo pretendido por el Gobierno y pese a algunas maniobras contables que elevaron el saldo.

El superávit fiscal primario, que el Gobierno utiliza como referencia para las cuentas públicas, es la diferencia entre los ingresos y los gastos del Gobierno central, las administraciones regionales y municipales y las estatales sin incluir los recursos destinados al pago de intereses de deuda.

Este es el segundo año consecutivo en que el Gobierno fracasa en su empeño de alcanzar un superávit fiscal primario equivalente al 3,1% del PIB. El superávit en 2009 había sido del 2,03% del PIB.

Hasta hace tres años, la meta de ahorro perseguida por las autoridades monetarias era del 4,5% del PIB, pero ese porcentaje fue reducido ante la necesidad del Gobierno de aumentar sustancialmente sus gastos públicos para hacer frente a la crisis económica global.

Lo peor es que, como Brasil tuvo que pagar el año pasado 195.369 millones de reales (unos 116.707,9 millones de dólares) en intereses de deuda, terminó el año con un déficit nominal (que ya tiene en cuenta los intereses) de 93.673 millones de reales (unos 55.957,6 millones de dólares).

El déficit nominal en 2010 fue equivalente al 2,56% del PIB, por debajo del de 2009, cuando los gastos excedieron los ingresos en un valor equivalente al 3,34% del PIB.

El mal desempeño de las cuentas no impidió que la deuda líquida del sector público brasileño cayera del 42,8% del PIB a finales de 2009 al 40,4% del PIB en diciembre pasado. Esa reducción fue posible gracias al fuente crecimiento del PIB en 2010, calculado en el 7,3%.

Brasil no consiguió alcanzar su meta para el superávit primario pese a una maniobra contable criticada por los economistas y que le permitió elevar sus ingresos artificialmente.

Ello debido a que el Gobierno incluyó entre sus ingresos en septiembre 31.900 millones de reales (unos 19.056,1 millones de dólares) resultantes de la incorporación de 5.000 millones de barriles de petróleo de un yacimiento aún no explotado que el Estado le cedió a la petrolera Petrobras y por el que recibió acciones de la empresa en pago.

La semana pasada, el ministro brasileño de Hacienda, Guido Mantega, desdeñó de un informe en el que el Fondo Monetario Internacional (FMI) alertó sobre el actual deterioro de la situación fiscal de Brasil y lo tachó como "bobada".

El informe del FMI asegura que el equilibrio fiscal de algunos países como Brasil, China e India está más débil de lo previsto, y destaca que el deterioro en las cuentas fiscales brasileñas es "particularmente pronunciado".

Según el fondo, si no adopta medidas correctivas, Brasil puede terminar 2011 con un déficit nominal en sus cuentas públicas equivalente al 3,1% del PIB, muy por encima del déficit del 1,8% del PIB previsto por el Gobierno.

 

(Efe)