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Crisis oficialista afecta gobierno de Bachelet en Chile

El principal coletazo lo recibió el gobierno al fracasar en la obtención de recursos extras para dar fondos extras a un controvertido sistema de transporte público, Transantiago, que irrita a cinco millones de santiaguinos y que le restó, en pocos meses, una decena de puntos de popularidad a Bachelet.

28 de noviembre de 2007

Santiago de Chile.- Una crisis en el Partido Demócrata Cristiano, PDC, el principal partido de la coalición oficialista, ha dejado debilitado al gobierno de la presidenta Michelle Bachelet, al perder la mayoría en el congreso.

El senador Adolfo Zaldívar, líder de una corriente del PDC, se alineó con el senador Fernando Flores, que hace unos meses renunció Partido por la Democracia, también de la coalición oficialista, y votaron contra la nueva partida para el Transantiago.

Con sus votos revirtieron de 18 a 16 los sufragios oficialistas en el senado y elevaron de 16 a 18 los de la oposición. Cuatro senadores no votaron por estar ausentes. Zaldívar también firmó con la oposición un documento contra el Transantiago. La senadora Soledad Alvear, presidenta del PDC, lideró la posición de suspender a Zaldívar y busca su expulsión. La guerra entre ambos dirigentes es de larga data.

Los "colorines", como se conoce a los seguidores de Zaldívar por el color del cabello del senador, advirtieron que pelearán al interior del PDC, que vive una virtual guerra civil, por anular las sanciones contra su líder y anunciaron que no apoyarán algunas votaciones sensibles para el gobierno. El gobierno busca bajar el perfil a la crisis del PDC y el ministro del Interior, Belisario Velasco, anticipó que "nadie tiene que temer porque pertenezca a determinada sensibilidad de un partido", en alusión a los funcionarios públicos "colorines".

La rebelión de Zaldívar demostró que Alvear no puede controlar a su gente ni en el partido ni en el congreso, lo que obliga al gobierno a pactar con la oposición para aprobar algunos proyectos. Ella perdió la candidatura presidencial frente a Bachelet en la elección interna de la coalición, pero que mantiene sus aspiraciones para el 2009. "La aspiración presidencial de Alvear depende de la expulsión de Zaldívar y de su propia capacidad para evitar que el PDC muera con el quiebre", escribió el miércoles el analista Patricio Navia en el diario La Tercera.

Bachelet necesita sumar votos para obtener los más de 100 millones de dólares necesarios para sustentar el cuestionado Transantiago mientras se mejoran sus profundas fallas --como falta de autobuses, excesivos pasajeros en el tren subterráneo, falta de vías exclusivas y demasiados transbordos. Además Bachelet le prometió a los usuarios que no elevará el valor del pasaje.

La oposición aprovechó la crisis del PDC para criticar lo que llama la "descomposición" de la Concertación, la coalición oficialista, guiñó un ojo a Zaldívar y busca atraer hacia su sector a los demócratas cristianos descontentos con las medidas contra Zaldívar. Darío Paya, dirigente de la Unión Demócrata Independiente, partido opositor de ultraderecha, señaló que sus puertas están abiertas "para quienes están aburridos de este gobierno".

La derecha también usó al Transantiago para atacar al ex presidente Ricardo Lagos, bajo cuya gestión se ideó el sistema, y cuya popularidad registró un sustancial descenso. Lagos había dejado el gobierno con una popularidad superior al 65%. La oposición derechista ha perdido las cuatro elecciones presidenciales realizadas tras el fin de la dictadura del general Augusto Pinochet, en 1990.

 

 

AP