Home

Noticias

Artículo

Correa: Uribe no quiere la paz en Colombia

23 de abril de 2008

Quito.- El presidente Rafael Correa aseguró el miércoles que el gobierno de Alvaro Uribe no quiere la paz en Colombia porque "el mejor negocio" es la guerra que le da popularidad interna y le asegura recursos económicos de Estados Unidos.

"El mejor negocio para el gobierno de Uribe es esta guerra. Primero (porque) le da popularidad interna y segundo los miles de millones que recibe anualmente de Washington para su Plan Colombia, le salva la economía", señaló.

"Por eso, el último que quiere la paz con las FARC se llama Alvaro Uribe Vélez", afirmó el gobernante en un comunicado de Presidencia con fragmentos de una entrevista que Correa concedió al canal Venezolana de Televisión.

Correa reiteró que "cualquier fuerza irregular o regular que ingrese en el territorio" ecuatoriano será repelida. Colombia lanzó un bombardeo contra un campamento clandestino de las FARC en Ecuador que derivó en la ruptura de relaciones diplomáticas binacional hace más de un mes.

Correa anunció el lunes la adquisición de aviones y tecnología para controlar mejor la frontera con Colombia, país que vive décadas de enfrentamientos entre fuerzas regulares, irregulares y narcotraficantes.

Ratificó que el conflicto colombiano representa enormes costos para Ecuador por "una guerra fratricida que no es nuestra, de la cual estamos siendo víctimas".

Añadió que "el problema se llama Colombia y el presidente Uribe, él es quien tiene narcotráfico, guerrilla, paramilitares, cultivo de drogas. Nosotros no tenemos nada de eso, somos víctimas de los problemas que no puede controlar Uribe".

El partido oficialista que controla la Asamblea Constituyente expresó su rechazo a la "actitud antipatriota" de dos asambleístas del opositor partido Sociedad Patriótica que se encuentran en Bogotá para investigar los supuestos vínculos del gobierno del presidente Rafael Correa con las FARC.

Uribe denunció que un computador confiscado en el campamento atacado el 1 de marzo, en donde murieron 25 personas, incluido el comandante rebelde Raúl Reyes, contenía información que relacionaba a autoridades ecuatorianas con los rebeldes.

En Bogotá, Gilmar Gutiérrez dijo a los periodistas que se habían reunido con el ministro del Interior, Carlos Holguín; con funcionarios de la Fiscalía General y que tenían ya "alguna información, que preferimos procesarla y analizarla más detenidamente y ver si cabe difundirla".

Dijo que de Bogotá partirán a Estados Unidos a recolectar más información sobre el tema.

El gobierno de Correa, en el poder desde enero del 2007, ha rechazado cualquier relación con la guerrilla y ha desestimado la información de los supuestos computadores de la guerrilla.

María Augusta Calle, presidenta de la comisión de Soberanía, Relaciones Internacionales e Integración Latinoamericana dijo en rueda de prensa que la presencia de los opositores en Bogotá "intenta vulnerar la posición consolidada del estado ecuatoriano y ratificada por la comunidad internacional que rechazó la violación de la integridad y la soberanía nacional".

Se solicitó una investigación a Gutiérrez y Lupera y si se determina que sus acciones se desarrollaron con el fin de colaborar con servicios internacionales de inteligencia, se demandará que se los sancione "sin menoscabo de las investigaciones que podrían definir el delito de traición a la patria".

Los cuerpos de 19 presuntos guerrilleros colombianos muertos en campamento, serán enterrados en Ecuador debido a que ni familiares ni el gobierno de Colombia pidieron su repatriación, informó la Fiscalía de Ecuador.s¤

 

AP