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Cita de Mercosur de Río, viejos y nuevos problemas

Debido a la diferencias en el tamaño de sus economías, así como reglas poco claras y a veces inexistentes, Mercosur --integrado por Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela-- vive de sobresalto en sobresalto económico y a veces político, sin un proyecto definido y más discursos que acciones, dijeron analistas consultados por la AP.

15 de enero de 2007

Brasilia.- Cuando los presidentes de Mercosur se encuentren esta semana en Río de Janeiro será una cita de viejos amigos, con viejos problemas, y otros nuevos.

Pero paradójicamente a pesar de todos sus problemas, Mercosur recibiría esta semana el pedido formal de Bolivia y Ecuador para unirse al bloque, cuyos orígenes se remontan a noviembre de 1985 con la firma de una declaración bilateral de integración entre Buenos Aires y Brasilia.

En la cita de esta semana --el 18 y 19 en el Hotel Copacabana Palace frente al famoso balneario de Río-- los presidentes podrían también evaluar de forma informal el impacto de medidas anunciadas el 8 de enero por su más nuevo y polémico socio: el presidente Hugo Chávez, cuyo país se adhirió al Mercosur en julio llevando al bloque a tener 250 millones de habitantes, un área de 12,7 millones de kilómetros cuadrados y un Producto Interno Bruto de un trillón de dólares o 76% del total de América del Sur, según datos de la cancillería brasileña.

Chávez, al jurar que trabajará por la implantación de un "socialismo del siglo XXI" en Venezuela, anunció la nacionalización de las telecomunicaciones y su deseo que el congreso reforme la constitución para permitir la reelección indefinida, medidas que hicieron que muchos comentaristas levantaran las cejas temiendo un guiño autoritario del dirigente venezolano.

Voceros de los gobiernos de Argentina y Brasil han dicho que tales medidas son de carácter interno y que por tanto ni las autoridades ni el bloque deben pronunciarse, pero los analistas mantienen que el discurso nacionalista y socialista de Chávez debe ser discutido.

El discurso de Chávez "es extremadamente negativo para la integración, que se hace en base a las leyes del mercado y ahora habla de nacionalizar. Eso representa un atentado contra las leyes del mercado", dijo José Alves Donizeth, profesor del Instituto de Ciencias Políticas de la universidad de Brasilia. "El Mercosur ya tenía problemas. Ahora, ¿qué será (el bloque)? ¿una integración con las leyes del mercado o una cooperativa socialista?...es todo muy confuso", indicó Donizeth, destacando que los jefes de estado deben discutir esos rumbos.

Otros incluso aseguraron que no se debe tener grandes expectativas con la reunión cumbre porque "en la tradición latinoamericana se habla mucho y se hace poco", dijo Ricardo Israel, especialista político de la Universidad de Chile, país con estatus de miembro asociado al bloque. "El Mercosur no va a avanzar mientras no tenga un gran tema que sea de beneficio para todos y ese es la energía...Los famosos gasoductos, oleoductos, las rutas, etcétera, no hay nada que salga más allá de la palabrería común de estas reuniones", aseguró.

La agenda formal de la reunión de los presidentes será elaborada un día antes por sus cancilleres, pero desde ya hay temas que algunos cancilleres han anticipado que deberán ser incluidos, como medidas para reducir las llamadas asimetrías comerciales entre los socios más grandes y los menores, según indicó el canciller uruguayo, Reinaldo Gargano, en diciembre durante la reunión en Brasilia preparatoria a la cumbre de Río.

Fue también en esa cita en diciembre que los ministros revelaron que Bolivia y Ecuador deseaban ingresar al bloque y que el anuncio formal se realizaría en Río.

Desde hace más de un año Gargano ha reiterado que, debido al menor tamaño de la economía de su país, precisa de medidas especiales --como eliminar el doble cobro de tarifas de exportación-- para recibir los beneficios de la integración o poder ser competitivo frente a poderío comercial brasileño y argentino.

Ya esos reclamos fueron hechos incluso por las naciones más grandes y constantemente Brasil y Argentina mantienen disputas por casos como el aumento de importaciones de un país a otro --con la consiguiente queja de los empresarios-- o la aplicación de medidas de restricción al comercio.

La más reciente disputa de Buenos Aires y Brasilia es porque los empresarios brasileños están aplicando una sobre tasa de 345 millones de dólares por tonelada de resina, utilizada en la fabricación de botellas y embalajes de plástico, importada desde Argentina, que considera ilegal el cobro y apeló este mes el caso ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) asegurando que Mercosur carece de reglas comunes sobre asuntos antidumping.

"Cuando se habla de integración, lo mínimo que hay que tener es una agenda de puntos comunes", indicó Donizeth. Los recientes hechos como las disputas comerciales y discursos de Chávez "muestran cuán fragmento esta el ambiente político-económico de la región".

 

AP