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Agro argentino mantendría huelga ante falta diálogo

15 de mayo de 2008

Buenos Aires.- Los productores rurales argentinos, en pie de guerra contra el Gobierno por un cambio impositivo, dijeron el jueves que extenderían la huelga en uno de los mayores proveedores de granos del mundo, pese a un llamado al diálogo que hizo la presidenta Cristina Fernández.


La cúpula de las cuatro entidades en huelga, que con una protesta similar en marzo desabastecieron de alimentos básicos a las grandes ciudades, estaban reunidos en el interior del país para definir el futuro de la protesta, que formalmente finaliza este jueves. Pero, ya anticiparon su postura, lo que enturbia el clima político del país.

"Parece que sí, parece que sigue (la huelga) porque está en la gente," dijo Eduardo Buzzi, presidente de una de las entidades del campo enfrentadas con el Gobierno, en un acto político frente a miles de productores.

La disputa también mantiene en vilo a los mercados globales de materias primas, que no pueden terminar de calcular cuál será la oferta de granos de Argentina.

La pugna entre el sector agrícola -el gran beneficiario del modelo económico impulsado por el ex presidente Néstor Kirchner y su sucesora Fernández- y el Gobierno surgió tras la decisión oficial de crear un nuevo esquema de impuestos a las ventas externas de granos, que implicó una tasa más alta a la soja.

Tras la huelga de marzo, el 2 de abril se abrió una tregua de un mes que culminó sin avances y con reproches mutuos, y la semana pasada el sector volvió a suspender la venta de granos para exportación y a realizar cortes parciales de rutas, lo que mantiene paralizada la economía en el interior del país.

A la vez, gran parte de la sociedad argentina, según encuestas y analistas, comenzó a mostrar cierto cansancio con la dura posición del Gobierno, que se niega a negociar si antes no se levanta la protesta, y la popularidad de la presidenta comenzó a verse afectada.

Mientras que los productores comenzaron a ganar respaldo de líderes opositores y oficialistas a su posición, distintos actores políticos y empresarios reclaman a la mandataria que logre un acuerdo con el sector para evitar mayores daños a una economía que aún luce saludable según los indicadores macro.

"Sería muy bueno, muy saludable" que levanten la huelga, había dicho antes del anuncio de los productores el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, a Radio 10. "Creo que en este momento lo mejor que podemos hacer es sentarnos a hablar," agregó. En ese contexto fue que Cristina Fernández hizo el miércoles el llamado a un pacto social con el que logró dejar la decisión en manos de los productores.

Buzzi respondió durante el acto que "no alcanza con los discursos, hacen falta medidas, y reconciliar es tomar medidas, revisar retenciones (impuestos a las exportaciones), y darnos el tiempo que sea necesario para una política agropecuaria distinta."

El Gobierno dio por la tarde una nueva señal de búsqueda del diálogo cuando agrupaciones sociales aliadas, que planeaban cientos de manifestaciones a lo largo del país en rechazo a la protesta rural, resolvieron postergar sus acciones y reclamaron una actitud similar del sector agrícola en huelga.

"No queremos ser una piedra en el camino del diálogo y del encuentro, les pedimos que depongan su actitud y que vayan a la mesa del diálogo a encontrar soluciones pacíficas," dijo el dirigente Luis D'Elía, quien aún sin cargo formal se transformó en la voz más combativa del oficialismo. Los mercados financieros domésticos permanecían estables el jueves, luego de algunos días de fuerte volatilidad en los que el Banco Central debió usar todo su poder de fuego para frenar una caída de la moneda local.