Canciller alemana, Ángela Merkel.

Internacional

Alemania empuja a Europa hacia un modelo exportador

El ex presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke, criticó severamente la política económica alemana. Sostiene que ese país puede ser el salvador o el verdugo de la Zona Euro.

27 de abril de 2015

Como se está volviendo costumbre, las opiniones y comentarios que el ex presidente del banco central de los Estados Unidos, Ben Bernanke, realiza en su blog personal, están tomando relevancia a nivel mundial dada la experiencia del economista y formulador de políticas públicas estadounidense.

En su más reciente publicación, lanzó una serie de críticas en contra de la posición que Alemania ha asumido de cara al lento crecimiento económico de la zona euro, frente al más que óptimo superávit comercial que registra ese país.

En 2014, el superávit comercial de Alemania fue de US$250.000 millones, o casi el 7% del PIB del país. Lo preocupante es que la tendencia alcista en este indicador no cesa desde el año 2000, y según Bernanke, existen dos razones para que este fenómeno no sea positivo para el resto de países de la comunidad europea.

El hecho de que Alemania esté vendiendo mucho más de lo que compra, redirige la demanda hacia sus vecinos, redirecciona la producción y el desempleo desde los demás países hacia el país germano. La segunda razón es que el superávit comercial alemán se incrementa aún más por las políticas fiscales restrictivas, como la supresión del gasto interno del país, incluyendo el gasto en importaciones.

La respuesta de Alemania a los comentarios de Bernanke ha sido a su vez categórica: no es falta de consumo interno en el país germano lo que explica su favorable balanza comercial sino su altísimo nivel de productividad y competitividad.

Sin embargo, el tema tiene connotaciones mundiales por cuanto cada vez más, las exportaciones de Alemania en lugar de dirigirse a los otros países de Europa, se dirigen al resto del mundo. A juicio del premio nobel de economía Jospeh Stiglitz, significa que para sanar las heridas internas entre europeos, Europa está exportando deflación al mundo y elevando su superávit comercial con el mundo.

Todo lo contrario a la situación que tiene el comercio alemán sucede a 9.245,362 kilómetros de distancia en Colombia, país que pese a que registró uno de los mejores crecimientos en el PIB a nivel regional en 2014, culminó con una balanza comercial negativa de US$6.293 millones, impulsada por una contracción de las exportaciones petroleras de acuerdo con las cifras entregadas por el Dane.


¿Cuál es el panorama?

En el caso de Colombia, pese a que la caída en las ventas externas obedeció a un fenómeno mundial relacionado con la demanda de petróleo, todo apunta a que habrá una recuperación para los siguientes meses del año. Sin embargo, ni el Gobierno ni los inversionistas se conformarán con esta expectativa y desde ya quieren restar dependencia de este sector a través de proyectos en otras áreas.

Para lograr un incremento de las exportaciones industriales colombianas, resulta pertinente revisar el discurso que en el pasado se hizo de una “posible enfermedad holandesa” en la economía colombiana. ¿Qué hubiera pasado con las exportaciones industriales de Colombia sin el factor petróleo? Esto explica perfectamente la discusión mundial de los desequilibrios externos que ha vuelto a poner en primer plano Bernanke. En el mundo países que no exportaban petróleo igual se vieron fuertemente impactados en su sector industrial con la deflación de los bienes industriales por la crisis de los países avanzados.

No se debe desconocer el efecto del petróleo en la tasa de cambio de Colombia, y su rol fundamental en el desempeño de las exportaciones industriales pero tampoco conviene desconocer el factor favorable del petróleo en un mayor ingreso, demanda doméstica y empleo para elevar las utilidades de empresas industriales.

En el caso de la mayoría de los países de la zona euro, Bernanke sugirió tres alternativas, todas ellas enfocadas en el desarrollo de una mayor demanda interna de Alemania que tienda a rebalancear el comercio mundial..

1. Infraestructura pública. La inversión en infraestructura reduciría el superávit de Alemania mediante el aumento de la renta nacional y el gasto, al tiempo que el aumento del empleo y los salarios, dado que la infraestructura de las carreteras de Alemania, puentes, aeropuertos- está disminuyendo.

2. Aumento salarial Aumentar los salarios alemanes, acelerar el ajuste de los costes relativos de producción y aumentar los ingresos y el consumo interno, ayudarían a reducir el superávit comercial.

3. Aumento del gasto interno Aumentar el gasto interno incluyendo el aumento de los incentivos fiscales a la inversión privada nacional; la eliminación de las barreras a la construcción de nuevas viviendas; y una revisión de las regulaciones financieras que pueden sesgar los bancos alemanes a invertir en el extranjero en lugar de en casa.