El chocolate que marca la diferencia

Un novedoso concepto visual, el diseño innovador y una variedad de productos que combinan altos porcentajes de cacao con frutas exóticas y especias colombianas 100% naturales, hacen que en Xoco los clientes accedan a toda una nueva experiencia con el chocolate. “No nos estamos inventando nada, simplemente vendemos chocolate” afirma Patricia Salgar, fundadora de esta chocolatería bogotana.

Todo comenzó hace cuatro años, cuando a esta emprendedora, de la mano de Fernando Aparicio, Juan Pablo Hernández y Rocío Sánchez, le llamó la atención que el creciente mercado de la gastronomía local no ofrecía mayores innovaciones en el mercado del chocolate, a pesar de que el tema era objeto de estudio y devoción en otros países del mundo.

Aquel descubrimiento les permitió entender que el cacao estaba padeciendo un mal similar al que hace poco afectaba al café: a pesar de que Colombia producía uno de los mejores granos del mundo, los consumidores locales no contaban con el conocimiento gastronómico suficiente para pedir un café de alta calidad. El problema, entonces, no obedecía a temas de producción o de logística sino a factores culturales. Por ello, tras estudiar el mercado nacional, identificar los hábitos de los consumidores colombianos y conocer modelos de negocios de otros países los cuatro emprendedores decidieron montar una chocolatería moderna.

Así, Xoco cuenta actualmente con tres tiendas en Bogotá, 1.500 clientes frecuentes, un crecimiento en ventas en el último año de 45% y planes a mediano y largo plazo de entrar a otras ciudades de Colombia y penetrar el mercado de Centroamérica. Sin embargo, los creadores de la empresa piensan crecer paulatinamente para garantizar que no se pierda el foco del negocio y para edificar una verdadera cultura en el país de consumo de chocolates con alto contenido de cacao.

Aunque inicialmente diseñaron 25 tipos de chocolates, Xoco cuenta actualmente con 34 variedades y una amplia gama de productos que incluye desde trufas y bombones hasta bebidas a base de cacao y chocolates para consumir con vino. Todos los productos han sido desarrollados por un equipo creativo, 100% colombiano, cuya misión principal consiste en buscar conceptos y sabores inéditos mediante procesos artesanales de producción y experimentación. El resultado sin duda ha cautivado a expertos y neófitos por la propuesta, así como también ha sido una oportunidad de negocio para un nuevo uso de insumos colombianos como cacao, café, anís, arazá, cardamomo, clavos, canela, maracuyá, ron, uchuva y zapote, entre otros.

Bases firmes

El éxito de la iniciativa consistió, según sus gestores, en entender cuál era el negocio y en determinar su naturaleza con precisión. Esto les permitió identificar a sus clientes y concentrarse en satisfacerlos de la manera como querían hacerlo: creando nuevos productos y deleites a base de chocolate.

Y si bien muchas personas les han sugerido lanzar nuevas líneas de producto distintos a la chocolatería gourmet, ellos prefieren enfocarse en su segmento de clientes, conocer mejor sus gustos y necesidades y dedicarse exclusivamente a aquellas tareas en las cuales pueden ofrecer valor agregado.

De otro lado, la estrategia de comunicación es sencilla pero efectiva y parte de una premisa básica: centrarse en el cliente. El grueso de la inversión se ha destinado a la producción y a la innovación. El trabajo de publicidad ha recaído en una labor de difusión en redes sociales y en una atención total al cliente. Esto se traduce en que los consumidores de la marca son actores importantes, por no decir definitivos, para determinar procesos productivos pero, también, en la resolución de problemas de logística e imagen. “Es importante ser conscientes de que estamos aprendiendo y no debemos tener miedo de decírselo a los clientes”, afirma Salgar. Lo anterior ha resultado en altos niveles de fidelidad y publicidad, pues más del 80% de los nuevos visitantes llegan gracias al voz a voz.

Además de las innovaciones a nivel de producción y de una estrategia centrada en el cliente, Xoco ha asumido como propia la tarea de informar y enseñarles a los consumidores que el chocolate es un producto exquisito, sano y nutritivo. Así mismo, ha capacitado a chefs y cocineros colombianos que han sabido transmitir su pasión por el chocolate a sus empleados y sus propios clientes. De hecho, ha tomado tal fuerza que los creadores del negocio están decididos a crear el primer equipo de maestros chocolateros en Colombia.

Aunque al comienzo sus propios proveedores les decían que en Colombia no había mercado para este tipo de productos, sus creadores fueron persistentes y centrados. El resultado es un interesante modelo de negocio: una chocolatería moderna, que aprovecha las materias primas y el talento humano del país para generar nuevas experiencias gastronómicas y nuevos deleites culinarios.

Xoco cuenta actualmente con 34 variedades y una amplia gama de productos que incluye desde trufas y bombones hasta bebidas a base de cacao y chocolates para consumir con vino.
 
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