Luis López, asesor de Asuntos Públicos de Uber para los países de la región Andina. | Foto: Uber

TECNOLOGÍA

Uber quiere legalizarse en Colombia: así lo hará

La plataforma desregulada en el país, dice que hay 88.000 conductores esperando la voluntad del Gobierno y que trae de referencia los acuerdos logrados en otros países de la región.

15 de febrero de 2019

Los últimos meses han sido testigos de cómo se va coloreando el mapa del continente americano. Antes Uber operaba con completa normalidad y sin fricciones regulatorias solo en Norteamérica, pero ahora está sucediendo en otros países de América Latina.

Es normal que la regulación evolucione a velocidades más lentas que la innovación y la tecnología, pero en Colombia han pasado cinco años desde que Uber inició operaciones en el país, donde tiene 88.000 socios conductores y todavía funciona con limbos regulatorios.

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Con el tiempo han llegado a las ciudades colombianas servicios similares como Cabify, Beat e InDriver, que según el Ministerio de Transporte ofrecen un “servicio ilegal”, pero que según la Dian, están obligadas a pagar impuestos por ese servicio.

Según cifras de Uber, por concepto de impuestos del 2018 terminará pagando al Estado colombiano $44.000 millones, que van directo a la Dian desde que entró en vigencia la reforma tributaria que obliga a pagar IVA con tarifa general del 19% a las plataformas digitales que prestan servicios desde el exterior.

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Todo indica que Uber es de las pocas plataformas que están cumpliendo con el pago de este impuesto y es de las mayores contribuyentes porque hasta el pasado 15 de enero, la Dian había recaudado en total $38.189 millones por las declaraciones de los bimestres julio-agosto, septiembre-octubre y noviembre-diciembre.  

En medio de todo, Uber y Cabify se tuvieron que ir de Barcelona (España) tras la aprobación de una ley regional que restringe su actividad, determinando un plazo de 15 minutos de espera para los viajes.

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Pero de este lado del mundo, en Brasil, La Paz (Bolivia), Ciudad de México (México), Perú y Ecuador (donde van avanzadas las conversaciones), la situación es otra porque han logrado dejar atrás el limbo jurídico.

“Queremos ayudarle al Gobierno, como lo hemos hecho en otros mercados, con la instrumentalización de una nueva categoría de Empresa de Red de Transporte (ERT), a las que les ponen unas condiciones del servicio. La plataforma ofrece servicios financieros, de marketing, GPS, seguros mapas. Quedarían condiciones para el conductor y condiciones para el usuario”, señala Luis López, asesor de asuntos públicos de Uber para los países de la región Andina.

Para Uber, usada por 2 millones de usuarios en el último mes para tomar un viaje en el país –según cifras de la empresa–, el primer paso del Gobierno colombiano se dará cuando se reconozca la existencia del “servicio privado de transporte intermediado por plataformas digitales”, modelo regulado en 600 ciudades del mundo y 134 jurisdicciones.

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“Nuestro mensaje siempre ha sido que estamos en el país, que hay 88.000 socios conductores que están esperando que el Gobierno Nacional nos dé una luz para que podamos sentarnos y beneficiar a estas familias que generan ingresos adicionales gracias a la presencia de Uber en el país”, indicó López.

La propuesta parte de la creación del “servicio privado de transporte intermediado por plataformas”, para que luego el Gobierno reglamente las normas de cuáles serían las características que deberían cumplir tanto las compañías que quieran ser intermediarias del servicio privado de transporte, como los conductores que quieran ofrecer sus servicios y los usuarios.

En Uber consideran que sus conductores no ofrecen un servicio público, como por ejemplo el de los taxis amarillos, porque estos van por la calle y pueden ser abordados en cualquier esquina. Mientras que el servicio de la plataforma “se acuerda de manera privada”.

En concepto de la compañía, con las normas existentes para el transporte en Colombia, su plataforma no tiene cabida, ya que es “una empresa de tecnología que conecta personas que requieren servicios de movilidad”.

Valuada en US$72.000 millones, Uber es considerado el segundo mayor ‘unicornio’ del mundo. Para entender la dimensión, su valoración es 72 veces mayor a la de la ‘startup’ colombiana Rappi.

¿Cuáles serían las responsabilidades de las partes del Transporte Privado Intermediado por Plataformas (Tpip)?

En la propuesta que Uber quiere acercar tanto al Congreso como a la Presidencia, incluyendo el Ministerio de Transporte y el Ministerio de las TIC, se recalca que las plataformas de intermediación de movilidad como Uber funcionan como intermediarios. Estas serían las responsabilidades de las partes que Uber sugiere:

Empresa de red de transporte:

  • Verificación de antecedentes judiciales y documentos.
  • Proponer precios de acuerdo a oferta y demanda a las partes.
  • Proveer seguros para usuarios y terceros afectados.
  • Sistematizar la calificación bidireccional o mutua.
  • Crear medidas de seguridad para los participantes.
  • Proponer unos términos y condiciones.

Conductor privado:

  • Prestar un servicio de transporte privado.
  • Pagar el uso de la plataforma.
  • Utilizar libremente y según su disponibilidad.
  • Aceptar unos mínimos de calidad para la prestación del servicio.

Usuario:

  • Pagar al conductor privado por el servicio.
  • Cumplir con los términos y condiciones.
  • Entregar información veraz sobre su identidad y método de pago.
  • Ser mayor de 18 años.