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Los encuentros entre los presidentes Hugo Chávez y Juan Manuel Santos generan un mejor ánimo en la relación. Pero los empresarios quieren que se pase de los anuncios a los hechos.

Coyuntura Internacional

Venezuela: comercio a cuenta gotas

Eliminación de barreras al comercio, transparencia en el pago de la deuda y un acuerdo con participación de los empresarios, temas clave en la relación.

16 de noviembre de 2010

Los exportadores colombianos tienen la sensación de estar caminando sobre la cuerda floja en la relación con Venezuela. Pese a que desde el 10 de agosto los presidentes Juan Manuel Santos y Hugo Chávez reanudaron el diálogo y hoy se respira un nuevo aire en la relación binacional, los avances se notan en el ánimo, mas no en los negocios.

La discriminación sobre los exportadores colombianos se mantiene, la participación privada para negociar un acuerdo binacional ha sido marginal y no hay certeza sobre cómo están operando los pagos pendientes.

En materia de discriminación a los exportadores, tres temas afectan el comercio: no hay permisos sanitarios porque las autoridades vecinas no los reconocen -afecta principalmente a carnes y productos frescos-; Sencamer no está expidiendo permisos para productos como calzado, confecciones y línea blanca de Colombia; y el Ministerio de Industria no otorga a los importadores de productos colombianos los certificados de no producción o producción insuficiente, requeridos para acceder a las divisas.

Las cifras reflejan el impacto: entre enero y septiembre de 2010 las exportaciones colombianas a Venezuela reportan una caída de 69,2%, en comparación con el mismo periodo de 2009.

Las conversaciones con Venezuela para un acuerdo de complementación económica se han mantenido en el ámbito del Gobierno, sin participación de empresarios.Estos aún no saben sobre el alcance de la negociación, que presumen quedará en el ámbito arancelario y no trascenderá a temas como compras estatales -el Estado venezolano importa 20% del total-, servicios o inversiones.

Pero, quizá el tema más crítico tiene que ver con la falta de claridad sobre los criterios de entrega de las divisas ya autorizadas por el gobierno venezolano para pagar los cerca de US$800 millones que le adeuda a empresas colombianas. Si bien el presidente Hugo Chávez autorizó US$336 millones, nadie sabe a ciencia cierta a quién se los han pagado, salvo por el caso de las aerolíneas -US$80 millones-.

El gobierno del vecino país no ha dicho oficialmente a quién o bajo qué criterios entregará las divisas.

Si bien la nueva etapa de relaciones con Venezuela resulta un paso en la dirección correcta, los dos gobiernos deben procurar mayor transparencia, efectividad y claridad en los compromisos para no generar incertidumbre en el empresariado binacional.