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Un mejor clima de negocios

Colombia avanzó en las reformas necesarias para agilizar la creación de nuevas empresas. Es el camino hacia la formalización y el mayor desarrollo económico.

17 de septiembre de 2004

Lograr que el sector privado tenga incentivos para invertir, generar valor y empleo debería ser el objetivo de todos los gobiernos. La experiencia internacional muestra que los países donde ha sucedido así, la economía ha crecido rápidamente y hoy están en una fase de desarrollo superior.

Infortunadamente, esto que parece tan obvio, no siempre se lleva a cabo en la práctica. De hecho, los países más pobres y que más necesitan del desarrollo empresarial, ponen las mayores trabas a la creación de empresas. Nadie puede entender por qué si en Australia el establecimiento de un nuevo negocio requiere dos trámites, en Bolivia requiera 15 y en Chad 19. Que en Noruega para registrar una propiedad se tenga que hacer un solo trámite y en Argelia 16 o que en Canadá se exijan 7 maneras diferentes de divulgar la información para proteger al accionista minoritario, mientras que en Honduras o Camboya no se exija ninguna. El trabajo Hacer Negocios 2005: Eliminando los Obstáculos para el Crecimiento, realizado por el Banco Mundial y la Corporación Financiera Internacional, CFI, mide estas condiciones para los negocios, en 145 países.

Hernando de Soto, quien dirige el Instituto para la Libertad y la Democracia en Perú, el segundo think tank más importante del mundo, y que además sirve de inspiración al estudio, explica en su libro El misterio del capital, por qué el capitalismo triunfa en Occidente y falla en el resto del mundo. Para él, la clave está en la formalización de la economía, en lograr que los activos de los pobres adquieran valor y ayuden al crecimiento. Para De Soto, el hecho de registrar la propiedad no solo da la seguridad de que no se va a perder, sino que permite el acceso al crédito, al utilizar los bienes como garantía. Pero, comenta él en entrevista con Dinero (edición No. 198); "es muy alto el costo de entrar al sector formal para hacer empresa, de operar en el sector formal, de expandirse y de poder salir de la empresa según las leyes vigentes".

La buena noticia para Colombia es que por fin el país parece haber entendido que los negocios hay que facilitarlos y no entorpecerlos. Los resultados del estudio del Banco Mundial para 2005, muestran un avance importante hacia una regulación menos rígida en 58 de 145 países evaluados. Colombia figura como el segundo país que más avanzó en facilitar la creación de nuevas empresas -redujo en un año de 60 a 43 el número de días para montar una empresa, gracias al establecimiento de un centro de atención único para el registro de compañías-, hacer cumplir los contratos por medio de la justicia y flexibilizar la regulación laboral.

Estos resultados, que son excelentes, no en términos absolutos porque aún están muy lejos de los mejores, son un gran comienzo para un trabajo que hay que continuar y fortalecer, sobre todo ahora que se está negociando el TLC. Las políticas macro son importantes, pero hay consenso mundial en que la calidad de la regulación del gobierno para las empresas y la calidad de las instituciones encargadas de llevarlas a cabo son claves al determinar la prosperidad.

El estudio del Banco Mundial y la CFI analiza siete aspectos determinantes del clima de los negocios: iniciación de una empresa, contratación y despidos, registro de la propiedad, acceso a crédito, gobierno corporativo y cumplimiento de los contratos. El trabajo se hace por medio de encuestas a empresas pequeñas y medianas.

La metodología que utiliza se basa en un análisis detallado de las leyes y regulaciones y encuestas de servidores públicos, abogados, consultores jurídicos y otros actores vinculados a los negocios.

El estudio extrae tres grandes conclusiones:

- Los negocios en los países pobres enfrentan un peso regulatorio más grande. Tienen 3 veces los costos administrativos, el doble de los procedimientos y demoras burocráticas. Tienen la mitad de los derechos para proteger la propiedad.

- El peso de la regulación y la pobreza de los derechos de propiedad excluyen a los pobres de los negocios. En los países pobres, el 40% de los negocios es informal. Los más perjudicados son las mujeres y los trabajadores más jóvenes no capacitados.

- Los beneficios de las reformas son grandes. Los países que mejoran las condiciones para los negocios podrían aumentar su crecimiento en dos puntos porcentuales.