Home

País

Artículo

En el mapa petrolero mundial, Irán es un peso pesado: tiene una capacidad de producción de 4,1 millones de barriles diarios –proyecta aumentarla a 5,1 millones para 2015– y ocupa el segundo lugar después de Arabia Saudita entre los países de la Opep. Eso lo sabe y lo aprovecha Mahmoud Ahmadinejad.

Petróleo

Tiro en el pie

Los precios del petróleo podrían llegar a US$250 por barril, de concretarse un bloqueo a la compra de crudo iraní. El objetivo es castigar su polémico programa nuclear.

13 de diciembre de 2011

Irán se está convirtiendo en la nueva pesadilla de la Unión Europea. Los avances del programa nuclear y el temor frente a la posibilidad de que el precio del petróleo alcance los US$250 por barril son las nuevas amenazas que se ciernen sobre las alicaídas economías de la Unión.

Por eso, a pesar de que países como Francia y Gran Bretaña han insistido en la necesidad de bloquear la compra de crudo iraní para frenar los avances del programa nuclear, la cumbre de los 27 que se cumplió durante la primera semana de diciembre para analizar el tema terminó con una decisión intermedia.

Al final de la reunión, se aprobaron sanciones financieras a 143 compañías y organizaciones iraníes cuyos activos quedaron congelados en los países de la UE y se les retiró la visa a 37 personas, vinculadas con el régimen. Una decisión sobre el bloqueo a la compra de crudo –que representa 50% de los ingresos de esta nación islámica– quedó aplazada para enero, pues para algunos esto sería como darse “un tiro en el pie”.

En el mapa petrolero mundial, Irán es un verdadero peso pesado en términos de oferta. Con una exportación cercana a los 3,5 millones de barriles diarios, es responsable de 5% del crudo que se vende en el mundo. Entre los países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) ocupa el segundo lugar, después de Arabia Saudita, y es el cuarto productor en el mundo. Su capacidad de producción es de 4,1 millones de barriles diarios, y adelanta un ambicioso programa de expansión para ampliarse hasta los 5,1 millones de barriles diarios para 2015.

El gobierno iraní ha desafiado las sanciones que ya ha hecho efectivas Estados Unidos, donde no solo se congelaron los activos de empresas que tienen negocios con el gobierno de Mahmoud Ahmadinejad, sino que bloqueó la compra crudo. Pero hay quienes creen que el bloqueo en la compra sería una sanción poco efectiva si países asiáticos como China optan por comprarle el crudo a Irán. Aunque los nuevos compradores tendrían algún margen de regateo en el precio, le seguiría generando altos ingresos al régimen iraní.

Para los europeos, la opción sería comprar más crudo de Arabia Saudita, para reemplazar los 2,2 millones de barriles diarios que le compran a Irán –principalmente España, Grecia e Italia–. Sin embargo, el tema de los precios se convertiría en el Talón de Aquiles, pues el bloqueo encarecería de inmediato el mercado petrolero.

Nadie quiere repetir la pesadilla de altos precios que vivió el mundo el 11 de julio de 2008, cuando el barril de petróleo alcanzó la cifra histórica de US$147,27 y que dio paso a una de las caídas más profundas de la economía mundial en los últimos años.

Por eso, aunque los países europeos coinciden en que habrá que aplicar sanciones más duras al régimen iraní, por ahora mantendrán su política de ‘hagámonos pasito’.