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Temblor en la bolsa

En lo corrido del año, las acciones colombianas han perdido más de 10% de su valor. ¿Hasta cuándo se prolongará éste fenómeno?

4 de marzo de 2011

El mercado accionario colombiano tuvo un muy mal arranque de año. Durante los dos primeros meses, los principales índices bursátiles acumularon caídas alrededor del 10% y algunas acciones de casi el 20% en medio de bajos volúmenes de negociación, situación que contrasta con la buena dinámica que tuvo la bolsa durante los últimos meses de 2010.

Si bien enero y febrero han sido tradicionalmente meses malos para los negocios con acciones, la magnitud de la caída ha sorprendido, al igual que sus razones. La mayoría de analistas estimaba una "corrección" del mercado, normal en los primeros meses del año. Y, aunque las personas naturales han seguido comprando acciones, esto no ha sido suficiente para absorber todas las que han vendido los fondos de inversión extranjeros. La consecuencia es una caída generalizada en los precios.

Esto se debe a dos fenómenos: uno, a que en los países desarrollados hay mejores perspectivas económicas, gracias a los renovados estímulos monetarios (en contravía de lo que sucede en los países emergentes en donde se están comenzando a subir las tasas de interés). Dos, a que las bolsas del primer mundo llevan una buena racha, por los buenos resultados empresariales. Solo en lo corrido del año, el índice Dow Jones de la Bolsa de Nueva York subió 6% y el Nasdaq 4,8%. En el caso de las plazas europeas, la Bolsa de Londres se ha mantenido estable y la de Madrid repuntó más de 10%.

Lo cierto es que la caída de la bolsa de valores no es exclusiva de Colombia. De hecho, es un fenómeno que se está dando en la mayoría de mercados emergentes. Según los índices de Morgan Stanley Capital Investment (MSCI), en lo corrido del año las bolsas emergentes han caído alrededor de 4,5%, mientras las de los países desarrollados han repuntado 4,3%.

Las razones de la caída accionaria en el país son claras. Las expectativas inflacionarias sufrieron un cambio súbito por cuenta del fuerte invierno, el paro camionero y el aumento del precio de los commodities. Esos factores, entre otros, precipitaron a finales de febrero un aumento en las tasas de interés por parte del Banco de la República, lo mismo que hicieron otros bancos centrales de la región como Chile, Brasil y Perú. Sin lugar a dudas, ese es un impulso para la renta fija.

Ante esto, algunos analistas están revisando y cambiando sus perspectivas sobre el comportamiento del mercado accionario para el resto del año. Además, muchas emisiones de acciones que estaban en camino han quedado en stand by hasta que el panorama del mercado accionario se despeje y haya más claridad sobre el rumbo de la inflación y la situación política y económica en el mundo.

Cabe preguntarse si esta situación representa un cambio estructural en el mercado accionario, o si, por el contrario, es un asunto coyuntural.


Incertidumbre y volatilidad

A pesar de los resultados, hasta el momento hay algunas razones para el optimismo. Durante las últimas jornadas de febrero, los volúmenes crecieron ante los buenos resultados empresariales. Incluso, algunas acciones específicas recuperaron buena parte del terreno perdido en lo corrido del año. "Resultados corporativos por encima de lo esperado le podrían brindar un piso al mercado accionario local", afirmó José Fernando Restrepo, director de Investigaciones Económicas de Interbolsa.

Otro factor que estaría jugando a favor de ese cambio de tendencia es que los fondos de pensiones comenzaron a comprar acciones con el fin de acomodar su portafolio a la entrada en funcionamiento del nuevo esquema de multifondos.

Por último, está el aumento reciente en el precio internacional del petróleo a raíz de los acontecimientos en el Medio Oriente. Esto ha ocasionado un alza de las acciones de empresas como Ecopetrol y Pacific Rubiales, que hoy tienen un gran peso en el índice general de la Bolsa de Valores (Igbc), con el 20% y 16%, respectivamente.

Si el conflicto en Medio Oriente se prolonga, eso podría deteriorar la percepción de riesgo de los emergentes, con lo que los flujos internacionales podrían migrar hacia títulos más seguros, presionándolos al alza.

Evidentemente, la coyuntura está signada por la incertidumbre y no es posible hacer una apuesta clara sobre lo que viene para las acciones en las próximas jornadas. En consecuencia, los inversionistas tienen que saber aguantar el chaparrón y medir con pulso fino sus movidas en los próximos días para no equivocarse en sus decisiones. En el futuro inmediato, el mercado accionario seguirá dominado por la incertidumbre y la volatilidad ante los factores políticos y la evolución de la inflación.

Pero en el mediano plazo, las expectativas son más favorables. Según Bolsa y Renta, el índice debería tener una valorización de 13% en 2011; es decir, el promedio de lo que esperaba el consenso de los analistas en enero pasado.

Para Felipe Gómez Bridge, jefe de inversiones de Compass Group, "los que habían dicho que el mercado estaba caro e iba a caer acertaron, pero por razones que nadie tenía en el radar. Las tesis fundamentales y los factores estructurales se mantienen, por lo que creo que, sin problema, se pueden dar valorizaciones del 30% desde los niveles actuales".

La entrada de los multifondos, la mejora en el grado de inversión, la integración con las bolsas de valores de Chile y Perú y, en general, las buenas perspectivas de mediano plazo de la economía colombiana, son razones para seguir apostando por las acciones, así el arranque del año haya sido muy turbulento.