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Sandra Morelli, contralora. | Foto: Archivo Semana

Polémica

Se enreda el trasteo de la Contraloría

Crece y crece el debate sobre la conveniencia y legalidad de dos contratos firmados la Contralora Sandra Morelli para que su organismo y la Auditoría General de la República, se muden a una nueva sede.

3 de septiembre de 2012

Mientras la Contralora le hizo un llamado al Auditor General, Jaime Ardila, para que busque oficinas propias si teme perder su independencia, este funcionario aclaró que su despacho se limitó a pedirle un concepto al procurador sobre la posibilidad de que sea designado un auditor Ad Hoc para que conozca posibles denuncias disciplinarias contra la Contralora.

Adicionalmente, la Contraloría proclamó como un éxito el hecho de que el Consejo Superior de la Judicatura –algunos de cuyos funcionarios están siendo investigados en relación con un carrusel de pensiones- se haya abstenido de disponer una vigilancia especial al trámite de la Acción Popular mediante la cual el Tribunal Administrativo de Cundinamarca dirá si los contratos vulneran o no la moralidad pública.

El pronunciamiento de la Contralora se produjo en desarrollo de una rueda de prensa en la que dijo que no ve nada irregular el hecho de que sea su organismo el que pague el arrendamiento de las oficinas de la Auditoría, ya que se trata de recursos que salen del mismo bolsillo: el presupuesto de la Nación.

Morelli dijo que en los contratos de arrendamiento de las oficinas del centro comercial se incluyó a la Auditoría porque la Dirección de Presupuesto del Ministerio de Hacienda así lo pidió, mientras el próximo año la Auditoría recibe nuevos recursos para poder actuar autónomamente en el campo presupuestal.

El Auditor, por su parte, expidió a través de su oficina de prensa un comunicado en el que explica por qué pidió el concepto del Procurador y por qué sugirió la designación de un Auditor Ad Hoc. Lo hizo después de haber sido informado por sus asesores de que la Contralora lo había conminado en público a que se fuera de sus oficinas si no le gustaba el contrato y si temía perder autonomía.