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Santos y Humala en Asia: ¿apuesta por el Pacífico?

Juan Manuel Santos, el presidente de Colombia, y Ollanta Humala, su homólogo de Perú, se hallan esta semana en Asia. ¿Cuán fuerte es la apuesta de América Latina por el Pacífico?

Alianza DW
9 de mayo de 2012

Las coincidentes visitas de Santos y Humala a Asia –Santos a China y Humala a Japón y Corea del Sur—parecen subrayar un marcado interés de América Latina, o por lo menos de los países del Pacífico, por ese continente. En efecto, recientemente Chile, Colombia, México y Perú crearon la Alianza del Pacífico, con el objetivo de promover la libre circulación de personas, capitales y servicios, el comercio y la integración.

Sin embargo, la relación de la región con Oriente es heterogénea, como diferentes son también las políticas económicas de diversos países, de las que se van cristalizando sobre todo dos modelos: uno liberal e integrador, sobre todo en el norte, y otro proteccionista y nacionalista, particularmente en Argentina y Venezuela.

También hay diferencias en el grado de integración con Asia ya alcanzado. Brasil y Perú, por ejemplo, tienen ya una relación comercial y de capitales fluida con Asia, sobre todo con China. Colombia hace esfuerzos por sumarse a esos dos, mientras que México y América Central, con estrechas relaciones simbióticas con Estados Unidos, tienen más dificultades en hallar un camino hacia Oriente.

Inversionistas en América Latina: Asia, uno de varios

Como sea, las cifras de las inversiones asiáticas en América Latina han alcanzado ya un monto importante. La Comisión Económica para América Latina (CEPAL) informó recientemente que las inversiones de China en América Latina superaron en 2011 los 8.000 millones de dólares.

Los capitales se dirigieron sobre todo a Brasil, (3.000 millones de dólares), Argentina (2.500 millones) y Bahamas (también 2.500 millones, en el sector turístico). La cifra es importante, pero bastante menor que en 2010, año en que se registraron inversiones directas chinas por 15.000 millones de dólares.

En cuanto al comercio, los intercambios de América Latina con Asia alcanzaron unos 440.000 millones de dólares en 2011, estando concentrados en cuatro países: China, India, Japón y Corea del Sur. A ello se agrega que las economías de Asia y América Latina están consideradas complementarias, lo cual abre más posibilidades para el futuro. No obstante, ese quizás sea el principal talón de Aquiles de la relación: mientras que Asia busca vender sobre todo productos industriales, América Latina vende sobre todo alimentos y materias primas.

Mientras tanto, como miembro en numerosas organizaciones regionales latinoamericanas, China intenta ejercer también cierta influencia política y económica en la región. Sin embargo, el Instituto GIGA Estudios Latinoamericanos, con sede en Hamburgo, no ve en ello un plan regional, sino más bien la búsqueda de una multipolarización del orden mundial.

Asia en América Latina: una influencia limitada


A pesar de las importantes cifras de intercambio comercial, inversiones e intentos de ascendencia política en América Latina, la influencia asiática en la región y su potencial permanecen limitados. Según la CEPAL, el mayor inversionista en la región continúa siendo la Unión Europea (59.600 millones de dólares en 2011, un 39% del total). Le siguen Estados Unidos (27.500 millones, 18%) y Japón (12.200 millones, 8%). China no ocupa sino el cuarto lugar (8.000 millones, 5%).

También en cuanto a la cooperación tecnológica, los éxitos de Asia en la región son modestos, según el GIGA. Como proveedores de armas, Estados Unidos, Alemania, Francia y Rusia se hallan por delante de China.

En conclusión puede afirmarse que, salvo en cuanto al reordenamiento de las estructuras políticas mundiales, que no son solamente un mérito de China, sino un resultado de largos procesos de desarrollo de los países emergentes, el surgimiento de la UE y el relativo debilitamiento de Estados Unidos, Asia es para América Latina hasta ahora no mucho más que un importante socio comercial.