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Santos, es ex ministro de Defensa, de Hacienda y de Comercio Exterior, asumirá la presidencia con el respaldo de los inversionistas y empresarios.

Retos sociales, desafíos para el nuevo gobierno

El presidente electo de Colombia, Juan Manuel Santos, asumirá el poder, heredando unas deterioradas relaciones con Venezuela, una guerra contra la guerrilla y el narcotráfico, además del reto de impulsar importantes reformas fiscales y sociales.

7 de agosto de 2010

Bajo el Gobierno del saliente mandatario Álvaro Uribe, el país sudamericano cambió su imagen de país en conflicto para convertirse en un importante receptor de inversión extranjera, especialmente a los sectores petrolero y minero.

Colombia, el cuarto productor de petróleo en América Latina, es un país más seguro tras la ofensiva militar que lanzó Uribe desde que asumió la presidencia en el 2002 y que obligó a los rebeldes a replegarse a lejanas montañas y selvas del tercer exportador mundial de café.

Mientras con el apoyo de Estados Unidos mantiene la presión contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), que antes controlaban extensas zonas. Santos deberá asegurar un crecimiento sostenido de la economía aprovechando el auge de las materias primas.

Los analistas sostienen que el presidente entrante, un tecnócrata de 58 años que pertenece a una de las familias más influyentes de Colombia, enfrentará desafíos fiscales y sociales, pero no puede descuidar la lucha contra la guerrilla ni contra el narcotráfico que financia a los rebeldes, provoca corrupción y distorsiona la economía.

"La guerrilla y el narcotráfico son dos problemas que, aunque están reducidos, hay que superarlos en forma definitiva", dijo a Reuters el analista Rafael Nieto.

Colombia no ha recuperado el codiciado grado de inversión por parte de las agencias calificadoras de riesgo, mientras la mayoría de sus 44 millones de habitantes se sienten más seguros pero reclaman a Santos empleo, salud, educación, vivienda y obras de infraestructura.

La economía creció un 4,4% en el primer trimestre del 2010 pese la ruptura del comercio con Venezuela, en donde el mandatario izquierdista Hugo Chávez acusa a Colombia de planear una invasión a su país con la ayuda de Estados Unidos.

Santos, es ex ministro de Defensa, de Hacienda y de Comercio Exterior, asumirá la presidencia con el respaldo de los inversionistas y empresarios después de que en su campaña prometió dar continuidad a las políticas de libre mercado de Uribe, así como la seguridad.

Sólido respaldo legislativo

El nuevo Mandatario, quien pertenece al Partido de la U, llega a la presidencia con un sólido respaldo en el Congreso y pretende hacer un Gobierno de Unidad Nacional con el apoyo de conservadores, liberales y de Cambio Radical.

Según analistas El respaldo legislativo es fundamental para lograr aprobar las reformas sociales y fiscales que requiere el quinto exportador de carbón del mundo.

La llegada masiva de dólares, incluida la inversión minera y petrolera, ha provocado una apreciación del peso que afecta las ganancias de los exportadores y aumenta el desempleo.

Santos anunció su intención de crear una cuenta en el extranjero para ahorrar recursos de la bonanza petrolera y minera e invertirlos en épocas de necesidades fiscales, lo que contribuiría a aliviar la apreciación del peso. Dicho mecanismos se llamará la Regla Fiscal.

El mandatario entrante tendrá que ocuparse de Venezuela, que recientemente rompió relaciones diplomáticas por las acusaciones por parte del Gobierno de Uribe de que alberga a guerrilleros de las Farc en su territorio.

Las relaciones entre los países vecinos atraviesan su peor crisis en años y para Santos no será fácil normalizarlas después de que como Ministro de Defensa se enteró de la presencia de las guerrillas en ese país, según expertos.

Además deberá normalizar las relaciones diplomáticas con Ecuador, suspendidas por el presidente Rafael Correa en marzo del 2008, después que militares colombianos bombardearon una zona selvática de ese país en una acción en la que murió el líder de las Farc, Raúl Reyes y 24 personas más. Santos afronta un proceso judicial en ese país por ese caso, pero los analistas confían en que podría superarse.

"El manejo de la restauración de canales de diálogo con Venezuela y fortalecer lo que ya se ha venido adelantando con Ecuador es un reto, además de sacar adelante los dos tratados de libre comercio con Estados Unidos y la Unión Europea", dijo la analista Marcela Prieto, del Instituto de Ciencia Política.

Santos condicionó en su campaña un diálogo de paz con la guerrilla de las Farc a que liberen a los secuestrados y cesen las hostilidades y, según los expertos, parece poco probable que haya un avance en ese sentido luego de que el grupo rebelde más antiguo del continente perdió a sus principales rehenes políticos, rescatados en acciones de las Fuerzas Armadas.

(Reuters)