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Según Diana Gómez, Colombia va lento en dinamizar y formalizar las relaciones con China. En la foto: Shanghai. | Foto: © Rolf Bruderer/Blend Images/Corbis

COMERCIO EXTERIOR

A Colombia le cogió la noche en las relaciones con China

Diana Gómez, directora de la Cátedra China y profesora asociada de la Universidad Nacional, afirma que a nivel latinoamericano, Colombia es uno de los países que entró tardíamente a formalizar y dinamizar relaciones con el país asiático.

19 de octubre de 2014

La investigadora manifestó que si bien se cree que el interés de China hacia Colombia es netamente económico esto obedece a que la perspectiva colombiana está enfocada en ese sector.


Al hacer un análisis de las relaciones de los países latinoamericanos con el llamado “Tigre Asiático”, señaló que el interés en América Latina sobrepasa lo económico, pues también tiene en cuenta lo político, cultural y militar. “Más allá de la relación bilateral con un país, China se fija en la región”, sostuvo.

Igualmente, precisó que así como hay países que tienen una mejor relación y han comprendido sus dinámicas, otros aún lo hacen con gran desconcierto y sensación de temor.

“Chile cuenta con un liderazgo en su relación económica como país latinoamericano con Asia y, particularmente, con China ha aprendido a interrelacionarse”, explica la docente.

Así mismo, recalcó que otros países que tienen una gran experiencia en las relaciones con el gigante asiático son México y Brasil, que desde un principio fueron muy importantes para sus propósitos.

“El país azteca posee varios doctorados en estudios asiáticos, en cambio Colombia no tiene ninguno”, subrayó la profesora Gómez.

En cuanto a un nivel medio de relaciones con el país asiático está Perú, que en los últimos cinco años ha tenido un acercamiento de gran vitalidad y dinamismo. Según la experta, este país tiene una ventaja y es que alberga a una comunidad china importante, lo que ha facilitado los vínculos.

Con respecto a Argentina dice que su recorrido ha sido interesante y que otros países más pequeños como Ecuador o Costa Rica, desde hace muy poco, abrieron relaciones con China y han venido aprendiendo muy rápido.

“El caso colombiano es muy distinto, nosotros entramos tardíamente a formalizar y a dinamizar las relaciones; en este proceso vamos a paso lento”, concluyó la profesora Gómez.