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Algunas simulaciones indican que, para finales de esta década, se podrían estar recibiendo regalías por cerca de $9.8 billones. | Foto: Archivo Semana

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Regalías no se ponen a tono con la infraestructura

La aplicación de dichos recursos de regalías para superar el rezago histórico en infraestructura ha tenido un comienzo atropellado y sin resultados tangibles, asegura Anif.

6 de octubre de 2013

La Asociación Nacional de Instituciones Financieras, Anif, asegura que en cuatro aspectos se ha avanzado en la distribución de los recursos provenientes de las regalías:

1) La redistribución a nivel nacional, usando criterios de población, NBI y desempleo;
2) La orientación hacia los sectores de infraestructura y ciencia-tecnología, aunque ello tuvo el defecto de haberlos atomizado
3) La creación del fondo de ahorro-estabilización (FAE)
4) La eliminación del Fondo Nacional de Regalías (FNR), plagado hasta la fecha de ineficiencias y corrupción.


A pesar de lo anterior, resalta que la aplicación de dichos recursos de regalías para superar el rezago histórico en infraestructura ha tenido un comienzo atropellado y sin resultados tangibles. “En buena medida ello es el producto de haberlos atomizado y el haber renunciado a un claro liderazgo del gobierno central para aplicarlos a los grandes proyectos de infraestructura de interés nacional-regional”, agrega el documento.

El método utilizado actualmente para asignar los recursos de las regalías son los llamados Órganos Colegiados de Decisión (OCADs), pero y de acuerdo con Anif, la inoperancia del sistema ha sido tal, que el Sector Público Consolidado (SPC) arrojó un sorpresivo superávit fiscal del +0.3% del PIB en el 2012, producto de recursos por 0.8% del PIB en regalías no ejecutadas.

“Bien porque no se las han robado (como ocurría con el esquema anterior), pero mal porque su aplicación a incrementar la productividad regional y nacional resulta muy dudosa”.

En el primer año, luego de la reglamentación del Sistema General de Regalías, los OCADs tan sólo lograron estructurar 854 proyectos por cerca de $2.3 billones de los casi $6 billones destinados para infraestructura.

Los mayores cuellos de botella han estado en los OCADs municipales, con ejecuciones de sólo el 26% al cierre de 2012 (vs. valores del 49% y el 56% en los OCADs regionales y departamentales). Ello resalta la poca capacidad de gestión de algunos municipios pequeños.

Durante el 2013, algo se ha logrado desatrasar la ejecución, mediante los famosos “OCADtons” impulsados por el gobierno central. De los recursos represados de la vigencia del 2012, ya se han logrado aprobar unos $4.9 billones, llegando al 80% de los $6 billones.

En lo concerniente a los $17 billones del presupuesto bianual de regalías de 2013-2014 (Ley 1606 de 2012), también se han logrado acelerar las aprobaciones. Al corte de julio de 2013, se habían aprobado proyectos por $3.3 billones (alrededor del 27% de los $11 billones destinados a inversión), superando ya, los $2.3 billones aprobados durante todo 2012.

Anif advierte que aún con estos mejores ritmos de ejecución, el problema radica en la falta de verdaderos macro-proyectos regionales que aumenten la competitividad regional y nacional.

Algunas simulaciones indican que, para finales de esta década, se podrían estar recibiendo regalías por cerca de $9.8 billones, de los cuales, el Fonpet recibirá recursos por $1 billón (10% de las regalías netas), al FAE se destinarían $3 billones (30%), a la Ciencia-Tecnología $1 billón (10%), para los actuales receptores iría $1 billón (10%) y para los fondos regionales quedarían $3.9 billones (40%).