Home

País

Artículo

Imagen cedida por la Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA, siglas en inglés) de una lista de fugitivos internacionales elaborada por este organismo de seguridad en la que aparece un retrato del narcotraficante mexicano Rafael Caro Quintero. | Foto: EFE

Justicia

Rafael Caro Quintero, el capo que acumuló una fortuna de US$500 millones

El fundador de uno de los cárteles de la droga más antiguos y más grandes de México, figura como uno los traficantes más ricos de la historia junto a Pablo Escobar, los hermanos Ocho, los hermanos Orejuela, José Gonzalo Rodríguez Gacha, Al Capone, entre otros.

10 de agosto de 2013

El narcotraficante mexicano, Rafael Caro Quintero, obtuvo su libertad tras 28 años en prisión, luego de que un fallo judicial desechara varias causas en su contra, una de ellas por el asesinato del agente estadounidense Enrique Camarena en 1985.

Caro Quintero, de 60 años y uno de los traficantes de drogas más importantes de México en los años ochenta, salió esta madrugada de un penal en el occidental estado de Jalisco en cumplimiento de la orden emitida el siete de agosto a su favor por un tribunal.

Un juzgado con sede en Jalisco concedió un amparo al capo y ordenó sobreseer cuatro causas penales en su contra, dos de ellas por homicidio calificado, una por privación ilegal de la libertad y otra por narcotráfico, informó hoy el Consejo de la Judicatura Federal (CJF).

El capo, oriundo del norteño estado de Sinaloa, llegó a acumular una fortuna de casi 500 millones de dólares y su influencia le permitió interactuar en las altas esferas de México.

De hecho, figura como uno traficantes más ricos de la historia junto a Pablo Escobar, los hermanos Ocho, los hermanos Orejuela, José Gonzalo Rodríguez Gacha, Al Capone, entre otros.

De acuerdo con reportes de prensa, a los 29 años, Rafael Caro Quintero tenía 36 casas y era accionista de 300 empresas en Guadalajara.
Así mismo, se ha dicho que el capo ofreció pagar la deuda externa de México (en esa época unos 80.099 millones de dólares) para evitar pasar buena parte de su vida en prisión, luego de ser detenido en 1985.

Las acusaciones

En el caso del secuestro y asesinato de Enrique Camarena y el piloto mexicano Alfredo Zavala en febrero de 1985, la causa fue desechada porque se llevó en la jurisdicción federal, cuando correspondía al fuero común.

Fuentes judiciales explicaron a Efe que Camarena, de la Agencia Estadounidense Antidrogas (DEA), "no estaba acreditado como agente diplomático ni consular" y, por tanto, debió ser considerado en el proceso como un ciudadano común.

La otra causa por homicidio, relativa a la muerte de los ciudadanos estadounidenses Albert Radelat y John Clay Walker, también fue descartada con el argumento de que "se varió, en perjuicio del quejoso, el marco legal trazado en las conclusiones acusatorias".

Además, el tribunal absolvió al capo de una acusación por asociación delictiva, pero ratificó una condena por la siembra de marihuana y posesión del estupefaciente con la finalidad de tráfico en el rancho El Búfalo en 1984, en el norteño estado de Chihuahua.

Sin embargo, el Consejo de la Judicatura explicó en un comunicado que por ese delito se le impuso una pena de 15 años de prisión que ya fue pagada por CaroQuintero, así como una multa que ya prescribió.

Una fuente carcelaria de Jalisco confirmó a Efe que el penal "ejecutó la orden" del tribunal esta madrugada y excarceló al fundador del cártel de Guadalajara.

El abogado José Luis Guízar, quien defendió a Caro Quintero cuando fue detenido en 1985, dijo que la liberación de su excliente se debe a los errores cometidos por la fiscalía general en el proceso en su contra y aseguró que debió ser excarcelado antes.

Ahora "es un hombre tranquilo y no merecía estar ahí adentro", dijo al diario Milenio el abogado, tras señalar que Caro Quintero fue detenido "por cuestiones de orden político" y la presión de Estados Unidos.

Una fuente de la fiscalía dijo a Efe que no hay actualmente órdenes de extradición vigentes por parte de Estados Unidos.

Sin embargo, aclaró que en el pasado hubo dos peticiones por el asesinato de Camarena, que fueron desestimadas por la Suprema Corte de México ante el riesgo de que el capo fuera condenado en EE.UU. a la pena de muerte o a cadena perpetua, castigos que no están previstos en la legislación mexicana.

El fiscal de México, Jesús Murillo, criticó el fallo judicial que permitió la liberación de Caro Quintero y ordenó analizar la interposición de los recursos procedentes.

Afirmó que el tribunal que concedió un amparo al capo ignoró un reciente criterio de la Suprema Corte, según el cual debió "haber remitido el expediente al juez que estimara competente para que conociera del juicio".

Al parecer el asesinato de Camarena, adscrito a la oficina de la DEA en Guadalajara, fue una venganza por haber colaborado en el operativo de decomiso realizado en 1984 en el rancho El Búfalo, donde el cártel de Guadalajara sembraba marihuana.

El operativo en el rancho, propiedad de Caro Quintero, terminó con la quema de miles de toneladas de marihuana en lo que supuso uno de los golpes más importantes contra las drogas de aquellos años.

Con EFE