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Los siniestros de la ola invernal alcanzaron los $600.000 millones. | Foto: Archivo Semana

Recursos

¿Quién tiene la culpa de la demora en obras contra el invierno?

Los retrasos en las obras para prevenir el nuevo embate invernal en Colombia no se deberían a falta de gestión de los alcaldes, como señala el Gobierno, tampoco a falta de gestión del organismo encargado de girar los recursos, como denuncian los mandatarios municipales.

Iván Bernal Marín
7 de septiembre de 2011

De acuerdo con el gerente de Colombia Humanitaria, Everardo Murillo, la principal razón de estas demoras que tienen a unos y a otros atribuyéndose responsabilidades, son los problemas logísticos que supuso enfrentar un desastre de dimensiones sin precedentes. Tanto así, que será necesaria la implementación de un “plan de choque” logístico, para atender la demanda de recursos en los 1.060 municipios afectados por el invierno.

Ante el inminente reinicio de la temporada de lluvias, el presidente Juan Manuel Santos exhortó a los alcaldes a agilizar las obras, aludiendo que se han demorado pues Colombia Humanitaria ya aprobó todos los proyectos. La contralora Sandra Morelli denunció que algunos dineros estarían siendo desviados para financiar campañas políticas. El ministro del Interior, Germán Vargas, señaló que este viernes se cumple un plazo perentorio, tras el cual retirarán los fondos a los alcaldes que no hayan iniciado trabajos. Dijo que si una entidad territorial “no pudo o no supo cómo hacerlo, pues Colombia Humanitaria tiene que entrar de plano a ejecutar dichos recursos”.

La Federación Colombiana de Municipios denunció, en su defensa, que la mayoría de poblaciones no ha recibido todavía dineros para empezar obras por “tramitología”; arguyó que se incumplió el compromiso de enviar a cada población $1.000 millones. Su presidente, Gilberto Toro, presentó además un listado de 82 municipios a los que no les han aprobado ningún proyecto.

Problemas en la Fiduprevisora

Murillo, responsable de manejar los 5 billones de pesos recaudados para reparar los estragos ocasionados por el fenómeno de La Niña, se abstuvo de referirse a declaraciones específicas de las dos posturas enfrentadas.
Sin embargo reconoció que existen problemas en la Fiduciaria La Previsora, la entidad pública encargada de efectuar los giros, dependiente del Ministerio de Hacienda. “Hay problemas, pero no para decir que es que están paradas las obras”.

La temporada invernal dejó más de tres millones 120 mil personas afectadas, en un 88% del territorio nacional. En sus 20 años de funcionamiento, la Fiduprevisora había manejado operaciones por hasta $700 mil millones, para proyectos de emergencia. Pero nunca un evento de tales proporciones. En 5 meses tuvo que administrar los 5 billones del presupuesto de Colombia Humanitaria. Así como a más de mil alcaldes pidiendo atención.

La operación de caja atravesó “dificultades comprensibles”. Para solucionarlas, ingresaron ahora 70 personas nuevas al área de atención a los alcaldes en Fiduprevisora; se aumentó la capacidad telefónica por medio de un centro de llamadas, y se iniciaron visitas de a los departamentos más afectados. Santander, Atlántico, Boyacá y el Eje Cafetero han sido los primeros en que los funcionarios se reúnan en el terreno con sus alcaldes.

¿Qué se ha girado?

A los alcaldes les fue aprobada la financiación de 4.178 proyectos a cargo de sus administraciones (obras menores como reparaciones de vías). Los ministerios son responsables de otros 2.536 (obras mayores como restablecimientos de cauces). De esos 6.714 proyectos, Murillo sostiene que ya hay cerca de 4.000 “en plena ejecución” en toda Colombia, y 100 ya terminados. Unas 400 solicitudes están siendo revisadas por inconsistencias en los registros y pólizas de los contratos.

Desde marzo se iniciaron 250 obras en los 68 municipios considerados con alto riesgo de afectación por el invierno. Se les destinaron $ 60 mil millones.

¿Si solo se está ejecutando un 51% de las obras aprobadas, qué ha pasado entonces con el resto de los 5 billones de pesos? “Lo demás no es que esté parado, o que esté todo el mundo sentado esperando que los recursos lleguen. No hay un problema de recursos”, responde Murillo.

Las obras que no han arrancado están en proceso de contratación y legalización, dado que no todos los proyectos se aprobaron en marzo. A partir de ese mes se fueron autorizando más mensualmente. Colombia Humanitaria cerró su ventanilla de registro el 30 de junio. Hasta ese día estuvieron sus funcionarios revisando proyectos. 1.200 fueron aprobados en el último mes. Para cada uno se necesita un estudio de diseños, que debe ser contratado y contar con su respectiva póliza. Solo entonces se gira el primer anticipo. “En esos trámites es que estamos”.

Lo que viene.

Aunque el Ideam ha advertido que la nueva ola invernal podría ser un 30% más intensa que la anterior, Everardo Murillo considera que “no estamos enfrentados otra vez a una emergencia nacional, simplemente una nueva temporada de lluvias”.

Las afectaciones que sobrevengan con el regreso del invierno deberán ser atendidas por las oficinas de gestión de riesgo y atención de desastres de los gobiernos locales y el nacional, con los planes que deben tener listos. “La Niña llegó y encontró este país con todos los problemas de riesgos, que olvidamos mitigarlos en el tiempo. Estábamos abandonados en el tema ambiental”.

El gerente de Colombia Humanitaria comparte la preocupación por el contraataque de las lluvias a un país desprotegido. “Todos quisiéramos que ya todo estuviera resuelto, que en julio el país estuviera preparado. Pero hay que comprender que estamos enfrentando el desastre más grande de nuestra historia. Es difícil. Nunca hubo 1.060 municipios recibiendo recursos para superar una emergencia”. Al final, es el desastre mismo el que tiene la culpa de los retrasos para atenderlo.