¿Qué sigue después de un país en estado 'online'?

¿Cómo ve la gestión del gobierno en lo referente a conectividad?

El Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones ha hecho bien su gestión en el objetivo de impulsar la conectividad de banda ancha, que aunque todavía no es como en otros países del mundo, ha avanzado radicalmente comparado con los pasados 4 años.

El impacto cultural es importante. La distribución de infraestructura de banda ancha, “infraestructura dura”, ha dado un paso importante, pero la “infraestructura blanda” (cultura) hay que seguirla trabajando. El país necesita una agenda completa y agresiva que se enfoque en el desarrollo humano, conectando el tema de la educación, no solo innovación sino también en emprendimiento.

¿Qué se debe hacer para que esa conectividad se traduzca en desarrollo para el país?

El país tiene que hacer ciertas apuestas. Las apuestas de tipo regional son importantísimas. El centro de informática en Manizales (Bios) es importante en ese contexto porque se trata de una apuesta que se da en el marco para poder invertir directamente en aplicaciones que tengan una relevancia directa con respecto a una apuesta en particular: “procesamiento de datos  en el avance de investigaciones y proyectos dirigidos a la competitividad de sectores económicos”.

El país requiere un poco más de claridad en eso y, sobre todo, en la medida en que todo se conecte con agendas más globales. Por ejemplo, porque no pensar en todo un programa de conexión entre Medellín e Italia basada en la moda. Es una combinación entre arte y tecnología que podría generar un grupo de talento humano entre las dos localidades que podrían aportarle a la industria.

Las apuestas grandes son importantes para darle marco hacia donde se debe invertir, en qué tipo de aplicaciones se debe invertir y en que tipo de tecnologías aplicadas para generar, no solo emprendimiento sino que también genere empleos.

¿De qué manera podría hacerlo una familia de bajos recursos o del sector rural?

Hay proyectos muy importantes. Brasil tiene unos casos de éxito en ese sentido que pueden servir de ejemplo. Se trata de un país que tiene más o menos los mismos niveles y estratos que existen en Colombia.

En el segmento de la población que en Colombia correspondería a los estratos 1 y 2, se ha generado a través del acceso a Internet de banda ancha un puente entre las mujeres y Victoria Secret, relacionado con artículos íntimos de mujer.

Con eso han creado su propio negocio desde la casa, comercializando esos artículos, y han logrado incrementar sus ingresos de una manera directa, algo que puede ser de gran impacto.

Pero para lograr este tipo de impacto hay que darle a la población las mejores herramientas para el acceso a tecnologías de banda ancha y, además, darles capacitación e ideas a las familias de cómo usar el Internet para fundamentalmente crear una  sostenibilidad económica, que al final es lo que se debe hacer para mover una familia de un nivel a otro.

¿Qué tan protagonista ha sido el sector privado?

En todos estos proyectos ha habido una gran participación del sector privado. La participación de la sociedad en la reducción de pobreza o movimiento hacia arriba de la capacidad económica de una familia, sin duda alguna no puede recaer solamente en el gobierno.

¿Cómo está Colombia frente a los otros países de la región?

En el tema de gobierno electrónico Colombia dio un salto gigante. El gobierno ha hecho un trabajo disciplinado e inteligente con respecto a al uso de tecnologías para tener una administración mucho más eficiente.

Sin embargo, Colombia tiene que hacer cosas más aceleradas; por ejemplo, en investigación científica. Necesita talento de primer nivel y el país está muy atrasado respecto a, inclusive, países de la región, que comparada a nivel global tampoco está bien en ese aspecto.