Fuerte recuperación de la confianza

Aunque se mantiene levemente en terreno negativo, el indicador de confianza de Fedesarrollo aumentó fuertemente durante el arranque del 2020. El arranque de mandatarios locales y la menor intensidad de las protestas son factores que habrían contribuido a una recuperación de este indicador que es un predictor del comportamiento del consumo de los hogares.

No obstante, factores como la elevada tasa de desempleo y la devaluación del peso hacen que está se mantenga en terreno negativo.

El Índice de Confianza del Consumidor (ICC) registró un balance de -1,2% en enero, lo que representa un fuerte aumento de 8,3 puntos porcentuales (puntos básicos) frente al cierre del año anterior cuando finalizó en -9,5 puntos porcentuales.

El aumento en la confianza de los consumidores frente a diciembre de 2019 obedeció principalmente a un incremento en el Índice de Condiciones Económicas y en menor medida a un aumento en el Índice de Expectativas de los Consumidores.

El aumento del ICC respecto a diciembre se explica por un incremento de 9,7 puntos porcentuales en el Índice de Condiciones Económicas y por un aumento de 7,4 puntos porcentuales en el Índice de Expectativas del Consumidor. El índice de condiciones pasó de -12,2 al -2,5, mientras que las expectativas mejoraron del -7,7 al -0,3 puntos porcentuales. 

De la misma manera, la disposición a comprar vivienda aumentó en dos de las cinco ciudades analizadas – Bogotá y Medellín – y en todos los estratos. Mientras que la disposición a comprar bienes muebles y electrodomésticos aumentó en dos de las cinco ciudades analizadas – Bogotá y Cali -, relativo al mes pasado.

Por tanto, es claro que la recuperación de la confianza del consumidor se debe al incremento en el estrato medio en ciudades como Bogotá.

La confianza de los consumidores aumentó en todos los estratos socioeconómicos y en cuatro de las cinco ciudades analizadas frente a diciembre de 2019. El ICC aumentó frente al mes anterior en Bogotá (10,5 puntos básicos), Barranquilla (10,4 puntos básicos), Medellín (5,8 puntos básicos) y Cali (5,7 puntos básicos), mientras que disminuyó en Bucaramanga (5,7 puntos básicos).

La confianza en el estrato medio paso de -9,3 a 5,3 puntos porcentuales, por lo que ya es positiva al igual que para el estrato alto. En el estrato bajo pasó de -11,1 en diciembre a -8,5 en enero.

Cabe recordar que el índice de confianza del consumidor de Fedesarrollo cerró 2019 en un terreno pesimista. El dato se ubicó en -9,5%, por debajo del -8,3% registrado un año antes. De hecho, los consumidores han mantenido una perspectiva negativa durante 15 de los últimos 16 meses.

Para el Banco Itaú, la sólida evolución del consumo va en contravía con la debilidad observada en el mercado laboral y los bajos niveles de confianza, lo cual genera dudas sobre su sostenibilidad. Sin duda, la recuperación de este indicador de manera sostenida será fundamental para la consolidación de la recuperación del crecimiento económico en 2020. Habrá que esperar si este cambio de tendencia con la que arrancó el año se mantiene.