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La agroeconomía, es decir, la unión entre agricultura, minería, energía, petróleo y gas, turismo y transporte, especialmente el fluvial, es una de las propuestas de los expertos. | Foto: Archivo Semana

MINAS Y ENERGÍA

Colombia no aprovechó el “boom” de precios

A esta reflexión llegaron varios expertos reunidos por el Centro de Pensamiento Minero de la Universidad Nacional, en el que se destacó cómo los bajos precios internacionales del petróleo ratifican esta premisa.

15 de febrero de 2015

Al encuentro académico asistió Cecilia López Montaño, exministra y actual presidenta del Centro Internacional de Pensamiento Social y Económico (Cisoe), quien aseguró que se perdió una nueva oportunidad de crear una verdadera base productiva conformada por un sector rural que produzca, un sector industrial que se modernice y compita, y un sector de servicios menos informal.

La exministra se refirió a la “bonanza minera” y dijo que se creía iba a durar mucho más. “Colombia no es una potencia en este sector, si acaso en carbón, pero los precios de este también están por el suelo”, afirmó.

De acuerdo con López, está claro que el sector minero debe seguir impulsándose pues todavía hay recursos por explotar, pero sin perder de vista que también se debe diversificar la producción.

Adicionalmente, los analistas que asistieron al taller “Economía y sostenibilidad de la industria minerometalúrgica” cuestionaron la poca previsión que se ha tenido con la bonanza de un producto del cual Colombia no es productor por excelencia y del que, además, “no se han producido buenos réditos en otras épocas”.

Juan Manuel Ospina, profesor investigador de la Universidad Externado de Colombia, señaló: “este es un país con minería, pero no es minero”. Para este experto, parte del problema surge en los últimos dos o tres gobiernos, pues se empezó a apostar sobre la minería como el gran motor impulsador del desarrollo económico, basado fundamentalmente en un boom de precios.

López Montaño y Ospina destacaron que centrarse en la minería llevó a descuidar el desarrollo de los sectores productivos no mineros, como el agrícola y el industrial. Ello generó una dependencia peligrosa, que ahora hace que el país se enfrente a una inestabilidad de precios.

Además manifestaron que “si bien, esta no ha afectado la base productiva nacional, ya no deja las utilidades que se estaban obteniendo en el mercado internacional, lo que ocasiona un horizonte de mucha duda”.

Y agregaron que “meter todos los huevos en una misma canasta” ha sido el error de muchos gobiernos colombianos, que ya fallaron también en épocas doradas como la cafetera, por ejemplo.

El panorama actual

De acuerdo con Cecilia López Montaño, el Gobierno actual tendrá que hacer una nueva reforma tributaria para tratar de compensar los recursos que ha dejado de obtener por la caída de los precios, lo cual es complicado, teniendo en cuenta que se está sobrecargando con impuestos muy altos a sectores como la industria.

“También se tendrán que emprender políticas sectoriales: rural, minera y de servicios, pero ¿cómo lo van a hacer?”, se preguntó la presidenta de Cisoe, quien agrega que el Gobierno confía en que las alianzas público-privadas se lo van a permitir.

Por su parte, el profesor Ospina comentó que es necesario recuperar la capacidad productiva del aparato económico nacional, darle la importancia al mercado interno y no apostar por un solo producto o sector.

Los pasos a seguir

Antonio Romero, profesor de la Facultad de Minas de la Universidad Nacional, Sede Medellín y director del Centro de Pensamiento Minero, ratificó que Colombia es un país de bonanzas que no se han aprovechado.

Por lo anterior, afirma que otra bonanza de la minería está lejana, por lo que es necesario crear infraestructura de producción. En su opinión, el Gobierno y las empresas deben fortalecer lo que han denominado la agroeconomía, es decir, la unión entre agricultura, minería, energía, petróleo y gas, turismo y transporte, especialmente el fluvial.

“Estamos pensando en una gran posibilidad de que el campo sea el motor de la economía, en un modelo colaborativo del que participe también la minería bien hecha”, concluyó el docente.