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El proyecto de ley cuenta con una ponencia positiva y pondría en cintura y legalidad a todas las empresas de naturaleza de transporte especializado.

Transporte

El salvavidas de Uber

Desde el año pasado un proyecto de ley que cursa en el Congreso de la República busca la reglamentación de servicios de transporte individuales que podría ser una alternativa para la operación de Uber en Colombia.

13 de marzo de 2015

Después de que Dinero diera a conocer en primicia las declaraciones que la ministra de Transporte Natalia Abello dio a los taxistas de Colombia comprometiéndose a acabar con Uber y cualquier otra empresa dedicada al transporte individual de pasajeros fuera de los sistemas tradicionales, el tema se convirtió en foco de discusiones a nivel nacional por las implicaciones a nivel social, laboral y en movilidad.

El revuelo sobre las declaraciones de la funcionaria aceptando las peticiones del gremio de los taxis para frenar las intenciones de un paro programado por el sector para el próximo 16 de marzo, generó una serie de opiniones encontradas en medios de comunicación, sectores económicos y políticos sobre el poder que tiene ese sector de transporte público en Colombia.

Pese a que la Ministra Abello fue tajante en sus declaraciones sentenciando a Uber y otras empresas de esta índole a extinguirse, existe un salvavidas que podría tomar fuerza en las siguientes semanas dándole legalmente a las firmas dedicadas al transporte de lujo y especializado, el aval para operar en el país.

Se trata de un proyecto de ley que fue radicado en la comisión sexta del Senado por el Senador Mauricio Lizcano, quien destacó que la iniciativa no está dirigida a apoyar en particular a una empresa, pues en el país existen varias firmas dedicadas a esta labor, sino a formalizar a ese conjunto de alternativas de movilidad.

Dentro del proyecto que cuenta con una ponencia positiva y que comenzará su trámite por el legislativo en las próximas semanas, también cuenta con la enemistad del Gobierno que dejo en claro que ese tipo de servicios se dejará en manos de los conductores de taxi, sin embargo, el Senador considera necesario que el Congreso piense en los ciudadanos y en la conveniencia de contar con alternativas reguladas dentro del país.

El articulado contempla una serie de observaciones que deberían cumplir las empresas y los vehículos que presten servicios especializados de transporte, además de las condiciones generales y especiales ya existentes para ese nicho de servicio. Dichas obligaciones explicadas en el artículo 23 del proyecto serían:

a) Dotar o facilitar a la totalidad de los vehículos de nivel de lujo y limosinas de equipos y tecnología de la información y comunicación para la correcta operación, administración y control de los vehículos, sus conductores y los pasajeros.

b) Contar con una central de control que garantice el monitoreo y seguimiento de la operación de todos sus vehículos bien sean propios o afiliados.

c) Llevar indicadores y estadísticas sobre la operación.

d) Mantener registro de los usuarios que utilicen el nivel de servicio de lujo y limosinas, que como mínimo contenga la identificación de los mismos, dirección, Carrera 7 No. 8-68 Edificio Nuevo del Congreso recorridos, fecha, hora, costo del servicio y calificación de servicio. Esta información debe estar a disposición de las autoridades de control y vigilancia.

e) Exigir a los conductores y propietario de taxis respeto de normas de tránsito y transporte, atención y calidad del servicio prestado a los usuarios durante los últimos cinco años y certificación de capacitación por competencias laborales. Estos antecedentes deberán ser certificados por las empresas de taxis y las autoridades competentes.

f) Las empresas y los propietarios vigilaran que los conductores de servicios de lujo tengan una experiencia de por lo menos 5 años como conductor de taxi la cual será certificada por las autoridades competentes y haber tenido tarjetón de conductor por el mismo tiempo.

Además, el proyecto contempla la creación de un fondo de formación y capacitación profesional de conductores de taxi cuya denominación abreviada es FONTAXI, encargada de capacitar académicamente a los conductores para el continuo mejoramiento del servicio de transporte público individual.