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Expertos consideran que la propuesta de la Administración Distrital de eliminar los estratos es una salida a largo plazo de altos beneficios sociales.

Planeación

¿Se deberían eliminar los estratos en Bogotá?

Expertos consideran que la propuesta de la Administración Distrital para disminuir la segregación de la ciudad es una salida a largo plazo de altos beneficios sociales.

15 de agosto de 2014

Desde la Secretaría Distrital de Planeación fueron presentados los resultados de un trabajo conjunto con el Gobierno Nacional, académicos, expertos internacionales y ONU Hábitat con el que proponen la eliminación de los estratos de la ciudad. El objetivo del trabajo es reorganizar el sistema de subsidios y mejorar la situación socioeconómica de los hogares de acuerdo con su capacidad de pago y no por la ubicación de su vivienda, lo anterior para disminuir la segregación socioespacial.

El Secretario Distrital de Planeación, Gerardo Ardila, considera que “la estratificación es la puerta de la segregación. El desmonte de este sistema es absolutamente necesaria si queremos ingresar en un proceso de paz con otras condiciones. La estratificación no responde al mapa de necesidades para la asignación de subsidios”.

Ardila aseguró que desde hace un año trabajan en la discusión de la mano con el Plan de Desarrollo de la Bogotá Humana que en su eje principal busca “una ciudad que supera la segregación y la discriminación. El ser humano en el centro de las preocupaciones del desarrollo”.

Las conclusiones propuestas para adelantar una agenda son: la relación entre segregación espacial, estrato y distribución del ingreso, focalización geográfica o individual, errores inducidos en la inclusión y exclusión por el uso del sistema de estratificación con relación a la capacidad de pago frente a las políticas públicas, alternativas a la estratificación para acercar el subsidio a los individuos y no a las viviendas, implicaciones sobre la segregación social de mantener el sistema de estratificación como está planteado actualmente para desarrollar el principio constitucional de solidaridad y el marco legal y jurídico.

Las ventajas

El mayor beneficiado sería la sociedad, así lo aseguró Andrés Blanco, especialista Senior en Desarrollo Urbano de Vivienda del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) quien destacó que la medida permitiría una integración real de la ciudad y disminuiría problemas de pobreza y criminalidad.

Blanco señaló que la segregación social está ligada a diversas trampas que afectan a la ciudad como un todo y aunque en un inicio la medida pudiera causar un choque cultural bastante fuerte, en el largo plazo la ciudadanía sería la beneficiada.

“Hay que empezar a educar a la sociedad en los efectos negativos que tiene la segregación. Hay muchos estudios que han demostrado que la segregación se relaciona con crimen, con trampas de pobreza y estas cosas no sólo afectan a los pobres, sino a la ciudad como un todo”, dijo Blanco.

La medida debería considerarse como una intervención de política real y propia que involucre la identificación de la relación existente entre el estrato y los ingresos económicos, desde ahí, Blanco aseguró que habría que iniciar los estudios y las investigaciones que tomarán un tiempo largo en la ciudad.

El especialista consideró que la iniciativa no debería tener opositores porque el solucionar la segregación residencial es una necesidad apremiante para Bogotá al considerar que “es bastante aguda encontrando que el desarrollo medio y alto de la ciudad no se encuentra en el sur de la ciudad y está sectorizado en un cono específico que inicia en el centro y se dirige hacia el norte”, puntualizó.


En la práctica

Para hacer realidad esta iniciativa, habría que iniciar considerando los 262,3 millones de metros cuadrados de área edificada que reportó el Censo Inmobiliario de Bogotá de Catastro Distrital en 2013.

La viabilidad de esto proyecto deberá contemplar como aliadas las nuevas edificaciones que, a pesar de que operativamente sería una tarea muy densa, es la forma más efectiva para construir una nueva Bogotá urbanizada.

Así lo consideró Blanco al asegurar que la ciudad deberá contar con un instrumento para medir los ingresos de forma georeferencial y aprovechar la gran cantidad de lotes por desarrollar alrededor de las áreas urbanizadas.

“Los lotes que llamamos de ‘engorde’ con buenas ubicaciones permiten hacer una mezcla social en el espacio. Lo que hacen en muchos países es proponerle al desarrollador ciertas áreas para que sean asignadas a personas con ciertos rangos de ingresos”, explicó.

De esta forma se podría integrar el espacio y según su magnitud, generar subsidios cruzados en donde la venta de los ingresos más altos pueda subsidiar las ventas de los de ingresos más bajos. Agregó que no sólo se debe considerar en viviendas propias, sino también en zonas de alquiler o arriendos mediante mecanismos de planeación y políticas de vivienda social.

Blanco dijo que la ciudad debe pensar en generar igualdad de acceso a la infraestructura y a los equipamientos urbanos en todas las áreas de la ciudad.

“Estos cambios no son fáciles y no se darán de la noche a la mañana, es un tema de empezar a nivelar y sumas esfuerzos para que no se sienta una ciudad con dos zonas distintas (norte y sur), sino nivelar la calidad de los servicios en toda la ciudad”, subrayó.