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| Foto: Getty Images

EDITORIAL

El desempleo no cede

Según la más reciente encuesta de Gallup, 86% de los consultados consideran que la situación del mercado laboral ha empeorado.

5 de septiembre de 2019

El desempleo volvió a dar la mala noticia en materia económica en julio pasado. Por quinto mes, el indicador se situó en doble dígito y a nivel nacional llegó a 10,7%, el peor dato para ese periodo en los últimos siete años.

Hay alarma: por una parte el índice sigue aumentando, pero por otra se mantiene la tendencia de destrucción de empleos, aunque a un ritmo menor al registrado en los primeros meses del año. Además, creció la población inactiva; es decir, menos personas buscan trabajo. Pero aun así el desempleo crece.

La cifra de julio representa un punto porcentual adicional al registrado en el mismo mes del año anterior, en tanto que la tasa de ocupación disminuyó 1,2 puntos porcentuales y se ubicó en 56,2%. La población desocupada llegó en 2,66 millones de personas en julio de 2019, con un aumento de 253.000 personas.

La “buena noticia” es que el desempleo en las principales ciudades se mantuvo relativamente estable y repuntó en sectores como la construcción, especialmente de obras civiles.

Pero las preocupaciones aumentan en sectores intensivos en manos de obra. Allí el desempleo crece, como en el agro y, en alguna medida, en la industria.

El desempleo se ha convertido en la mayor preocupación para los colombianos. Según la más reciente encuesta de Gallup, 86% de los consultados considera que el mercado laboral viene empeorando. Es el registro más alto de los últimos cuatro gobiernos y trae una tendencia al alza: en el gobierno de Iván Duque ha pasado de 73% a 86%. Está incluso ya por encima de otra gran molestia del país: la corrupción, que alcanza en esta encuesta 82%.

¿Qué explica este complejo panorama? La migración venezolana, a primera vista, ha sido considerada una de las causas, en especial en áreas de servicios, como restaurantes y comercios. Aunque para varios analistas no pesa tanto, sí podría explicar esta dramática situación el tímido crecimiento de la economía. Para muchos, el número mágico es 3%. Si el crecimiento anda por debajo de ese indicador, empieza a destruir empleos, como sucedió a finales del año pasado y principios de este. Si se mantiene en esa cifra, el desempleo se estabiliza. Pero si la dinámica de la economía supera esa cifra, se pueden generar muchos más puestos de trabajo.

Preocupa que el Gobierno haya reconocido que no sabe qué impulsa el crecimiento del desempleo. Pero genera más incertidumbre que no sepa cómo corregirlo. Al cierre de esta edición, aplazaron un debate de control político programado en el Congreso para analizar con el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, la situación del desempleo. Ese hecho refleja el poco interés en problemas estructurales. Falta escuchar también los planes y estrategias del Ministerio de Trabajo.

El reto consiste en crecer y responder a algunas de las zonas y sectores que hoy atraviesan dificultades en materia de empleo. En ese sentido será muy importante ver el desarrollo de los pactos por el crecimiento que ha impulsado la Vicepresidencia de la República.

También será clave el impacto que tengan algunas medidas en el sector de construcción, en especial con edificaciones y viviendas.

Hace unos días, el Gobierno aprobó y garantizó $10,4 billones para programas de vivienda nueva hasta 2025, así como el otorgamiento del primer subsidio concurrente de vivienda. En el caso de la no VIS, autorizó créditos hipotecarios que financien hasta 90% del valor del inmueble.

Algunos han mencionado la necesidad de avanzar en una reforma laboral para flexibilizar el mercado, incluso por sectores o regiones. Eso va en contravía de iniciativas populistas, como las primas extralegales, y el debate seguramente generará una mayor tensión.

Con altos índices de desempleo crecerá la incertidumbre, y la confianza del consumidor difícilmente pasará a terreno positivo. De ese modo, el consumo, uno de los puntos clave del PIB, no crecerá y el desempleo se podría convertir en una talanquera para el crecimiento de la economía. La tarea sigue pendiente.